400 Andrés Valero-Castells (1973) - Para banda sinfónica

La obra '400' es una partitura para banda sinfónica compuesta por Andrés Valero-Castells en 2017 para conmemorar el 400 aniversario de la fundación de Altea. La obra, encargada para el 44º Certamen Internacional de Bandas de Música Villa de Altea, es un homenaje a la localidad y su historia, y refleja la pasión del compositor por el lugar. Valero-Castells, en su introducción, destaca que la creación de la obra fue un honor y un placer, revelando su profunda conexión con Altea.

La obra '400' se divide en varias secciones, incluyendo 'Bellaguarda', 'Althium' y una sección final que incluye un solo de percusión inspirado en la música rock. La composición se caracteriza por el uso de una estructura fractal en la que el número 400 juega un papel central, simbolizando los 400 años de aniversario. El motivo principal de 13 sonidos, inspirado en la superficie de Altea (34,43 km²), se despliega a lo largo de la obra, variando en su presentación a través de inversiones y retrogradaciones. Se destaca el uso de capas de material, modulaciones métricas y un sistema armónico basado en cuatro acordes de cuatro sonidos, organizados por cuartas justas. La obra también incorpora elementos de la canción 'Lithium' de la banda Nirvana, introduciendo un toque rockero y un elemento de sorpresa.

El autor detalla con precisión el desarrollo musical de la obra, explicando las diferentes secciones y sus elementos constitutivos. La sección C de 'Althium' se convierte en el corazón de la obra, presentando una estructura fractal de 13 ciclos de 13 compases, donde el motivo de 13 sonidos se juega de diversas maneras. Se describe el proceso de retrogradación y la inversión interválica del motivo, así como la forma en que se relaciona con la sección B. El autor explora la armonía por cuartas justas y el cromatismo, creando contrastes entre las diferentes secciones y enriqueciendo el desarrollo musical.

'400' representa una obra con un alto valor musical y conceptual. La composición se basa en una idea original y creativa que conecta la historia, la música y la identidad de Altea. La obra es un ejemplo de cómo la música puede ser utilizada para conmemorar eventos históricos y para crear una experiencia sonora rica y compleja. La obra puede ser interpretada por bandas sinfónicas de diversos niveles y ofrece un reto musical interesante. Su diseño complejo y su uso de elementos de música rock la hacen atractiva para el público moderno, manteniendo una conexión profunda con la tradición musical. La obra es una excelente herramienta para el desarrollo de las habilidades de interpretación de los músicos, permitiéndoles experimentar con técnicas de retrogradación, inversión y modulaciones métricas.