Formalización Mypes: Impacto Socioeconómico

El estudio se centra en evaluar el impacto socioeconómico de la formalización de las micro y pequeñas empresas (Mypes) dedicadas al sector comercio en el mercado Pedro Pablo Atusparias, ubicado en el distrito de José Leonardo Ortiz, Chiclayo, Perú. Se busca determinar los factores económicos y sociales que contribuyen a la informalidad de estas Mypes. Paralelamente, el trabajo analizará la relación entre estos factores a través de un análisis espacial territorial. La investigación parte del reconocimiento de la alta prevalencia de la informalidad entre las Mypes peruanas, un fenómeno que ha sido ampliamente estudiado por diversos autores, quienes lo relacionan con decisiones propias de los empleadores (motivos de escape) o con la exclusión del mercado formal debido a barreras de entrada. Oblitas (2014) destaca la informalidad como un fenómeno de la economía subterránea, caracterizado por la evasión de impuestos y contribuciones sociales, la elusión de procedimientos laborales regulares, y la competencia desleal con empresas formales. Esta situación se agrava en las Mypes debido a la insuficiencia de ingresos para cubrir los costos de la formalidad y a la falta de información sobre sus beneficios.

La investigación emplea un enfoque descriptivo explicativo con orientación cuantitativa. Se utilizó una encuesta para recopilar datos sobre el número de empresas informales y medir el impacto socioeconómico potencial de su formalización. Se definieron variables clave, y se aplicaron métodos y técnicas específicas para la recolección y análisis de datos. El estudio toma en cuenta la perspectiva de Artana y Auguste (2011), quienes señalan la creciente preocupación por la informalidad como barrera al crecimiento económico y el bienestar social. Estos autores, basándose en estudios en Colombia, muestran que las empresas informales suelen tener menores ingresos, gastos, beneficios e inversiones, menor capacidad de gestión e integración con mercados formales, además de mayores restricciones de crédito y menor capital humano entre sus propietarios. A nivel nacional, Chávez (2011) resalta el comercio informal como una actividad dominante en la economía informal peruana, con la creación semanal de aproximadamente 200 Mypes, muchas de las cuales no logran superar las barreras para formalizarse, debido a su origen humilde y a la búsqueda de oportunidades en las ciudades. Las cifras del INEI (2015), publicadas en Perú 21, indican que tres de cada cuatro trabajadores peruanos se desempeñan en empleos informales (75%), predominantemente jóvenes y mayores de 65 años, sin acceso a seguros de salud ni pensiones.

Los resultados de la encuesta revelan que los bajos precios de los productos en el mercado Pedro Pablo Atusparias son la principal causa de la demanda, seguida por la cercanía del establecimiento y la variedad de productos. Se infiere que las Mypes adquieren productos al por mayor o al destajo para ofrecerlos a precios competitivos. Se identificaron factores económicos determinantes de la informalidad: bajo capital (menor a S/. 6000), alta utilidad (50%), y la no disposición a reducir la utilidad al pagar impuestos, ya sea por desconfianza en las autoridades o desconocimiento de los beneficios de la formalización. En cuanto a los factores sociales, el estudio señala que la mayoría de los microempresarios (81.54%) tienen entre 31 y 60 años, con alta carga familiar. El nivel educativo es bajo: 41.5% primaria, 28.2% iletrados, y un porcentaje similar con educación secundaria. La mayoría (73.3%) iniciaron su negocio por necesidad, mientras que un 20% lo hizo por la existencia de mercado. La investigación identifica a las mujeres, convivientes, con educación primaria o iletradas, migrantes de la sierra norte y que instalan su negocio por necesidad como el grupo más propenso a la informalidad. También se destaca la falta de confianza en las autoridades y la ausencia de deseos de superación como factores limitantes para el crecimiento empresarial.

El análisis espacial territorial revela la distribución de los puntos de venta en el mercado Pedro Pablo Atusparias, mostrando malas condiciones de distribución y puestos de riesgo. Se identificaron los pueblos jóvenes colindantes que se abastecen en este mercado (Pueblo joven Atusparias, UPIS Cesar Vallejo, etc.), destacando la influencia de la ubicación y accesibilidad del mercado en la demanda. La mayoría de los microempresarios residen en José Leonardo Ortiz (75.9%) y Chiclayo Centro (16.4%), buscando un centro laboral cercano a su domicilio o mudándose para aprovechar las oportunidades comerciales. Se analizó el impacto de la formalización, considerando las ventajas (mejora de infraestructura, acceso a créditos, capacitaciones, menor rotación de personal) y las desventajas (efectos en precio y demanda). Se concluye que la informalidad, impulsada por la falta de deseos de superación, obstaculiza el crecimiento empresarial, con un modelo predictivo que arroja un valor de 0 para la expansión de los negocios. Se propone la formalización tributaria y laboral, así como el cumplimiento de la cuota municipal (SISA) como pasos necesarios para la formalización, considerando la posibilidad de incorporarse al Nuevo Régimen Único Simplificado (RUS).

El análisis de los factores económicos que inciden en la informalidad de las Mypes del mercado Pedro Pablo Atusparias revela elementos clave. El capital disponible para estas empresas resulta ser un factor limitante, con la mayoría presentando un capital que no supera los 6,000 soles. A pesar de este bajo capital inicial, se observa que las Mypes generan una alta utilidad, llegando hasta el 50%. Este margen de ganancia considerable parece ser un elemento que las desincentiva a formalizarse, pues perciben que la formalización implicaría una reducción en sus ganancias netas. La fuerte demanda de los productos ofrecidos en este mercado se relaciona con los bajos precios, estrategia posible gracias a la adquisición de los productos al por mayor o al destajo. La existencia de colaboradores también juega un papel en la ecuación económica de la informalidad, ya que la gestión de personal bajo la normativa legal implica costes adicionales que estas Mypes no desean asumir en su situación actual. La desconfianza en las autoridades, o el desconocimiento de las ventajas que supone la formalización, también contribuyen a la decisión de permanecer en la informalidad, a pesar de las consecuencias negativas que esto implica para el desarrollo de sus negocios a largo plazo. En resumen, la combinación de bajo capital, alta rentabilidad en la informalidad, y la complejidad percibida de la formalización, crean un ambiente que promueve la permanencia en la economía informal.

El estudio profundiza en los factores sociales que contribuyen a la alta tasa de informalidad entre las Mypes del mercado Pedro Pablo Atusparias. Se destaca el perfil demográfico del grupo, donde el 81.54% de los microempresarios se encuentran entre los 31 y 60 años, edad en la que generalmente existe una mayor carga familiar. También se observa una menor proporción de jóvenes (13.33%) y la presencia de adultos mayores. Un aspecto crucial es el bajo nivel educativo. Casi la mitad (41.5%) solo cuenta con educación primaria, mientras que el 28.2% son iletrados, y un porcentaje similar posee educación secundaria. Tan solo un pequeño porcentaje (1.5% y 0.05% respectivamente) tienen educación técnica y universitaria. Esto indica que muchos dependen de la experiencia y habilidades adquiridas en el comercio, sin la formación formal que podría facilitar su acceso al mercado formal. El origen geográfico de los microempresarios también es relevante, con una mayoría proveniente del distrito de José Leonardo Ortiz (75.9%) y una menor cantidad de Chiclayo centro (16.4%). El 73.3% iniciaron sus negocios por necesidad, mientras que el 20% lo hicieron por la existencia del mercado. La falta de conocimiento sobre la formalización empresarial, la desconfianza en las autoridades, y la ausencia de deseos de crecimiento empresarial se perfilan como factores determinantes para la continuidad de la informalidad, a pesar de la precariedad de las condiciones en las que se desenvuelven.

El análisis espacial del mercado Pedro Pablo Atusparias revela una concentración de Mypes informales en el área y sus alrededores. Se identifican varios pueblos jóvenes que dependen del mercado para su abastecimiento, incluyendo Pueblo joven Atusparias, UPIS Cesar Vallejo, UPIS María Parado de Bellido, Pueblo joven Medio Mundo, Pueblo joven José Santos Chocano, Pueblo joven Las Mercedes, Pueblo joven Enrique López Albujar, UPIS Micaela Bastidas, y Pueblo joven Francisco Cabrera. La distribución espacial de los puntos de venta dentro del mercado muestra condiciones deficientes, con puestos que presentan riesgos tanto para los microempresarios como para los clientes. La investigación destaca la concentración de los microempresarios en el distrito de José Leonardo Ortiz (75.9%) y en menor medida en Chiclayo Centro (16.4%), indicando una relación entre la residencia y la ubicación del centro de trabajo. Este patrón sugiere una estrategia de ubicación estratégica de los negocios en función a la cercanía del domicilio de los microempresarios, o viceversa: mudanza a zonas cercanas por las oportunidades que representa el mercado. La proximidad al mercado y su fácil acceso, contribuyen a la alta demanda, resultando en una fuerte competencia entre los comerciantes del mercado Pedro Pablo Atusparias y otros mercados de Chiclayo, como el Mercado Modelo y el Mercado Mochoqueque. La investigación también señala la falta de iniciativas de las instituciones competentes para la creación de espacios públicos adecuados para la comercialización, lo que agrava la problemática de la ocupación de espacios públicos y la falta de competitividad para los negocios formales.

Las deficiencias en la distribución espacial y las precarias condiciones del mercado Pedro Pablo Atusparias tienen implicaciones directas en la informalidad de las Mypes. La falta de espacios adecuados para la negociación, junto con problemas de ornato y competitividad frente a negocios formales, crea un contexto que favorece la informalidad. La precariedad de las condiciones sanitarias, como el uso de agua de pozo tubular en lugar de agua potable, especialmente problemática en los puestos de comida, genera riesgos para la salud de la población y refleja las limitaciones en la inversión en infraestructura del mercado. Esta situación, exacerbada por la inadecuada gestión de desechos, que se acumulan en las calles, afecta la salud pública y la imagen del distrito. La investigación resalta que el 98.46% de la muestra no cuenta con RUC y el 100% no está inscrito en REMYPE, lo cual demuestra la magnitud del problema de la informalidad. La falta de espacios y de condiciones adecuadas contribuye a la falta de formalización, ya que la inversión en infraestructura y mejoras sanitarias suelen ser un componente esencial en el proceso de formalización para las Mypes. La competencia entre mercados cercanos, como el Mercado La Paradita (a 1.19 km), también influye en el panorama de la informalidad, creando presiones para mantener bajos precios que hacen más difícil la formalización. La situación actual del mercado refleja la falta de planificación urbana y la necesidad de políticas públicas que aborden la problemática espacial y sus efectos en la informalidad.

El estudio propone la incorporación al Nuevo Régimen Único Simplificado (RUS) como una estrategia viable para la formalización de las Mypes. Este régimen promocional ofrece un sistema de pago de una cuota única mensual que incluye el Impuesto a la Renta y el IGV, simplificando significativamente la carga administrativa y contable. Una de las ventajas del RUS es que no obliga a llevar libros contables, a excepción del libro de planilla si se cuenta con trabajadores. Si bien la formalización implica costos, los beneficios a largo plazo podrían compensar estas inversiones iniciales. Para las Mypes del sector comercio, que se caracterizan por la volatilidad de sus ventas, la formalización implica un análisis costo-beneficio que debe contemplar la posible afectación de las utilidades y la demanda a causa de un aumento de precios. Sin embargo, se destacan beneficios como las mejoras en la infraestructura del establecimiento, el acceso a créditos, las capacitaciones para mejorar la gestión del negocio y la reducción de la rotación de personal.

La formalización de las Mypes generaría un impacto positivo en la calidad de vida de la población. La recaudación tributaria resultante se convierte en un círculo virtuoso que beneficia al estado y regresa a la población en forma de proyectos de inversión en infraestructura, educación y salud. Dado que el nivel educativo de los microempresarios estudiados es un factor importante de la informalidad, se resalta la necesidad de invertir en proyectos educativos como clave para mejorar las condiciones de vida de la población. En el ámbito de las condiciones sanitarias, la formalización permitiría mejoras en el mercado Pedro Pablo Atusparias. Actualmente, las condiciones sanitarias son deficientes, con escasez de agua potable y el uso de agua de pozo tubular, especialmente perjudicial en los puestos de comida. La recaudación de la cuota o SISA por parte de la administración del mercado permitiría financiar mejoras en este aspecto. La investigación evidencia la situación crítica de las Mypes: el 98.46% no cuenta con RUC y el 100% no está inscrito en REMYPE. La formalización integral, incluyendo la formalización tributaria y laboral, además del cumplimiento de la cuota por derecho de espacio municipal (SISA), ofrecería ventajas como mejoras en la infraestructura, acceso a créditos y capacitaciones, pero también desventajas como el posible aumento del precio de los productos y una consecuente baja en la demanda.

La investigación concluye que la formalización de las Mypes en el mercado Pedro Pablo Atusparias requiere un enfoque integral que considere tanto los aspectos económicos como los sociales. El modelo predictivo utilizado (Expandir su negocio =1 y No expandir su negocio = 0) arrojó un valor de 0, indicando la baja propensión a la expansión del negocio debido a los bajos deseos de superación y la persistencia de la informalidad. Si bien la inscripción al RUC y el aumento de las ganancias son factores motivadores, la formalización requiere un compromiso en la formalización tributaria y laboral, así como en el cumplimiento de la cuota municipal (SISA). Se debe considerar las desventajas de este proceso, como los efectos negativos sobre los precios y la demanda, pero también las ventajas, que incluyen mejoras en la infraestructura, acceso a créditos, capacitaciones y menor rotación de personal. Se destaca la importancia de programas de capacitación laboral, coordinados entre el Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo, el Ministerio de Producción y el sector privado, para abordar las necesidades de las Mypes y mejorar su competitividad, promoviendo la sostenibilidad de estas unidades económicas. La falta de apoyo estatal y la mala política del Estado resultan ser factores adicionales que impiden una mayor formalización, a pesar del hecho de que los comerciantes informales sí poseen cierto nivel de conocimiento sobre la informalidad y sus implicaciones.