Microfinanzas en Otuzco: 2013

El estudio comienza con un análisis de la situación de las MYPES en la provincia de Otuzco, utilizando métodos de encuesta y planificación. Se constata la existencia de un número considerable de MYPES, creadas principalmente para solucionar el desempleo. Sin embargo, estas empresas enfrentan un problema de liquidez, recurriendo mayormente al financiamiento de cajas municipales de ahorro y crédito. Se destaca que, en la provincia, la mayoría de las MYPES han accedido a créditos en los últimos años, pero una porción significativa tuvo dificultades para obtenerlos. A pesar de los desafíos, la investigación arroja resultados positivos, pues un 80% de las MYPES cree que el otorgamiento de créditos les permitió desarrollarse. El estudio utiliza este dato como base para el análisis posterior, profundizando en las experiencias de las MYPES con el sistema de financiamiento.

La investigación concluye que, en la Región La Libertad, las MYPES no participan adecuadamente de los servicios del sistema financiero, enfrentando un acceso muy limitado al crédito. Se identifican como factores clave el alto costo del crédito y la exigencia de garantías excesivas. Se concluye que el financiamiento por sí solo no garantiza el éxito empresarial, y se subraya la importancia de una buena administración. Los datos de la encuesta en Otuzco muestran que el 80% de las MYPES accedieron a créditos en años recientes, el 50% los utilizó como capital de trabajo, y el 70% tuvo problemas para acceder a financiamiento. El 80% de las MYPES encuestadas cree que el acceso a créditos facilitó su desarrollo. Finalmente, el análisis económico-financiero de 5 empresas revela aspectos positivos y negativos del apalancamiento con intermediarios financieros, ofreciendo una visión más completa sobre las diferentes realidades empresariales dentro de la región.

El documento cita investigaciones previas que corroboran las dificultades de acceso al crédito para las MYPES. La tesis de Jacqueline Regina Paiva Bazualdo (1999) señala que las entidades financieras otorgan crédito basándose en la formalidad y capacidad económica de las empresas, un criterio que muchas PYMES no cumplen, requiriendo políticas de crédito especiales. Un estudio de Pablo Mauricio Pachas (2012) destaca las altas tasas de interés aplicadas a las PYMES, muchas veces por encima del mercado, debido a la falta de historial crediticio e información financiera adecuada. Este estudio también resalta la problemática del financiamiento informal, con tasas de interés usureras y plazos cortos, que agravan el deterioro patrimonial de las PYMES. Estos estudios previos sirven como marco de referencia para contextualizar los hallazgos de la investigación actual.

A partir de los datos recopilados y los estudios previos revisados, la investigación concluye que la falta de acceso al financiamiento, los altos costos y la exigencia de garantías excesivas constituyen serios obstáculos para el desarrollo de las MYPES. Se resalta la necesidad de una buena administración como factor determinante para el éxito, independientemente de la disponibilidad de financiamiento. La supervivencia de las MYPES exportadoras (solo 3 de cada 10 sobreviven) subraya la urgencia de una alianza estratégica entre empresas y bancos, que promueva políticas para fortalecer la competitividad. El objetivo final es lograr un crecimiento económico con desarrollo social, aumentando la producción, la productividad, el empleo y las utilidades de las empresas. La investigación finaliza reforzando la idea de que el financiamiento es solo una pieza del rompecabezas; la correcta administración y gestión interna de las MYPES resulta crucial para su desarrollo sostenible.

La sección inicia estableciendo la importancia global de las MYPES, destacando su contribución al número de empresas, generación de empleo y aporte al PBI. Se presentan datos comparativos de países desarrollados como Francia (98.8% de empresas, 45.5% del empleo, 40.8% del PBI), Finlandia (98.3%, 40.9%, 30.7%), y Suecia (98.9%, 47%, 38.4%), mostrando la relevancia de las MYPES en sus economías. Se extiende la comparación a países latinoamericanos como Colombia (95.9% de empresas, 66.4% del empleo), Perú (98%, 77%), y Bolivia (99.5%, 80.5%), resaltando la significativa participación de las MYPES en la generación de empleo en estos países. La información se presenta con el objetivo de contextualizar la importancia del sector MYPES a nivel global y regional, antes de profundizar en la situación específica de Perú.

La sección contrasta la importancia de las MYPES en Perú con la inversión gubernamental asignada al sector. Si bien en Perú las MYPES representan el 98% de las empresas y generan el 77% del empleo, la inversión por MYPE es significativamente baja (US$ 5.7) en comparación con otros países como Chile (US$ 157) y Brasil (US$ 110). Se destaca la gran disparidad en la asignación de recursos, con Chile invirtiendo US$ 511 millones, Brasil US$ 450 millones, Estados Unidos US$ 14,651 millones, mientras que Perú solo US$ 3.7 millones. Esta diferencia resalta una problemática en la política de apoyo al sector MYPES en Perú. Además, se menciona que a nivel mundial, solo el 5% de la demanda de microcrédito es atendida, mientras que en Perú, gracias a políticas específicas, se atiende entre el 40% y el 45%, mostrando un avance, pero también una considerable necesidad de mayor cobertura.

La sección se enfoca en las principales dificultades que enfrentan las MYPES peruanas, enfatizando la falta de capital disponible para invertir y acceder a mercados nacionales e internacionales. Se señala la dificultad de financiamiento y acceso al crédito como áreas que requieren un estudio detallado y una inversión a gran escala. Se indica que los bancos perciben a las MYPES como entidades de alto riesgo, desviando recursos hacia organizaciones de mayor tamaño. Este punto es crucial porque explica la razón detrás de las dificultades de acceso al crédito. Se indica también la alta mortalidad de MYPES exportadoras (7 de cada 10 fracasan), destacando la necesidad de una alianza estratégica entre el sistema financiero y las MYPES para mejorar su competitividad, impulsando el crecimiento económico y el desarrollo social. El objetivo es mejorar la producción, la productividad, el empleo, las utilidades, y la capitalización de estas empresas.

El documento analiza la desigualdad en la oferta y atención de servicios financieros en Perú, contrastando la situación en Lima con el resto del país. Se observa una notable carencia de servicios financieros en las localidades fuera de la capital, afectando tanto a personas naturales como jurídicas. Esta situación perjudica el funcionamiento del mercado y el bienestar de la población. La falta de acceso a servicios financieros en zonas rurales y alejadas del centro del país se presenta como un obstáculo significativo para el desarrollo económico de estas áreas y para las MYPES que allí operan. La investigación resalta la necesidad de una distribución más equitativa de los servicios financieros para fomentar un mercado más inclusivo y eficiente.

La investigación destaca el rol de las Cajas Rurales de Ahorro y Crédito (CRAC) como instituciones del sistema financiero que ofrecen servicios en zonas rurales, iniciando sus operaciones en 1993. Su presencia se considera una señal positiva para empresarios e inversionistas, atrayendo emprendimientos a áreas rurales. Aunque existen desafíos en el medio rural, también se identifican oportunidades para obtener beneficios individuales y colectivos. A pesar de su funcionamiento, persiste una amplia desigualdad en la oferta de servicios financieros en comparación con la capital. La existencia de las CRAC, sin embargo, se presenta como un avance importante hacia una mayor inclusión financiera en zonas rurales, si bien se necesita mayor expansión y apoyo para lograr una cobertura significativa.

El financiamiento rural en Perú tiene una larga historia, especialmente en el contexto de la financiación de actividades agrícolas y pecuarias, impulsado por la creación del Banco Agrario en la década de 1930. En ese entonces, el país era mayoritariamente rural. Sin embargo, la contribución de la agricultura al PBI disminuyó significativamente a lo largo de los años, llegando a solo el 12% a finales del período analizado. Esto se correlaciona con el aumento de la pobreza y pobreza extrema en áreas rurales, especialmente en la sierra y la selva. La situación actual del financiamiento rural, según el documento, responde a la necesidad de rehabilitar espacios financieros muy debilitados. En el 2002, se entiende el financiamiento rural como la provisión de servicios financieros a familias y productores, incluyendo medianos, pequeños y micro productores, en áreas rurales, esencial para la economía monetaria y de libre mercado. El financiamiento rural ha estado históricamente ligado al sistema financiero nacional (SFN), aunque existen mecanismos alternativos fuera del sistema.

El financiamiento rural, desde la perspectiva del estudio, se considera un brazo del Sistema Financiero Nacional para llegar a segmentos distantes del mercado. Se busca que esta llegada se realice sin fallas de mercado, ofreciendo accesibilidad, amplia cobertura y alcance a las familias y negocios rurales. El estudio analiza la accesibilidad desde la oferta de los intermediarios financieros, la cual debe estar exenta de obstáculos como regulaciones restrictivas o trabas innecesarias que impidan el acceso de los clientes a los servicios financieros. Se mencionan diferentes tipos de intermediarios financieros como Cajas Rurales, Cooperativas de Ahorro y Crédito, Cajas Municipales de Ahorro y Crédito, y EDPYMES. El financiamiento rural a través de estos intermediarios se define como una modalidad de intermediación financiera con virtudes para el desarrollo financiero a largo plazo y la adaptación a las condiciones de mercado a corto plazo. Se destaca que no existe un modelo único de institución financiera especializada en financiación rural, siendo la elección de un tipo de institución más política que técnica.

Se describe en detalle el funcionamiento de las Cajas Rurales de Ahorro y Crédito, reguladas por la Ley General del Sistema Financiero (artículo 282), como instituciones microfinancieras con capacidad de operar en zonas urbanas y rurales (artículo 16). Su pequeño tamaño inicial no implica limitaciones para su crecimiento futuro. Se detalla la regulación en cuanto a accionistas, capital mínimo, organización y ámbito de operaciones, con la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS) emitiendo la resolución de autorización para operar. Se menciona las operaciones que las Cajas Rurales pueden realizar según el artículo 285° de la Ley 26702 y el esquema modular de operaciones del artículo 290°. Se utilizan ejemplos concretos de instituciones financieras que amplían su presencia en varias provincias del país con el objetivo de acercarse a los clientes, como Caja Trujillo, Financiera Confianza, y EDPYME Credivisión. Se analizan sus estrategias de expansión, alcance y características (ej. Financiera Confianza con más de medio millón de clientes en 1335 distritos).

El estudio proporciona un análisis comparativo de varias instituciones financieras, incluyendo Caja Trujillo, Financiera Confianza, EDPYME Credivisión, y MICREDITO SAC. Se analizan sus tasas de interés, requisitos para el otorgamiento de créditos, y tasas de morosidad. Por ejemplo, Caja Trujillo tiene altas tasas de interés para Capital de Trabajo y Activo Fijo, mientras que Credivisión es más flexible en requisitos, aunque con mayor morosidad. Se presenta información sobre el número de MYPES que acuden a cada institución financiera para solicitar créditos, usando datos de una encuesta a 20 unidades empresariales en Otuzco. Se concluye que, aunque el financiamiento para MYPES ha aumentado en la región La Libertad, es insuficiente para cubrir la demanda. La investigación también muestra que la concentración de crédito hacia grandes y medianas empresas se debe a factores de riesgo y no a una política del Sistema Financiero. El estudio finaliza señalando la necesidad de soluciones más integrales que incluyan políticas que fomenten el acceso al crédito para MYPES, superando la percepción de riesgo y buscando una mayor inclusión financiera.

Esta sección del documento identifica los principales obstáculos que enfrentan las MYPES para acceder al financiamiento, desde la perspectiva de la demanda. Se mencionan el alto costo del crédito, la falta de confianza de las entidades financieras en los proyectos presentados, el exceso de burocracia en los trámites, la solicitud de garantías excesivas y plazos de crédito muy cortos, y la falta de información adecuada sobre las opciones de financiamiento disponibles. Estos factores dificultan el acceso al crédito y contribuyen a los mayores costos financieros y menores posibilidades de desarrollo para las MYPES. Se destaca que la percepción de alto riesgo por parte de los bancos genera mayores costos y menores oportunidades de crecimiento para las pequeñas y medianas empresas. El estudio complementa esta perspectiva con datos específicos de la encuesta realizada, que muestran que el 50% de las MYPES recurren a préstamos para situaciones imprevistas, y el 60% lo hacen por iniciativa propia. Esta última observación sugiere problemas de administración.

El análisis se centra en cómo las MYPES utilizan los créditos obtenidos y cómo la administración de los recursos influye en su desarrollo. Se constata que el 50% de las MYPES encuestadas solicitan préstamos para cubrir situaciones imprevistas, lo cual revela una falta de planificación y gestión financiera. Por otro lado, el 60% solicita préstamos por iniciativa propia, lo que, combinado con la información previa, sugiere una posible mala administración de los recursos financieros. Se concluye que la mala administración de los fondos obtenidos a través del financiamiento contribuye al estancamiento del sector MYPES, debido a problemas internos en las empresas. La falta de conocimientos financieros adecuados entre los empresarios se plantea como un factor clave a considerar en la búsqueda de soluciones al problema de financiamiento de las MYPES.

Para analizar la situación financiera de las MYPES, el documento emplea el indicador de fondo de maniobra sobre activos totales. Este indicador mide la capacidad de la empresa para hacer frente a sus deudas inmediatas, indicando su solvencia. Se presenta un análisis comparativo de este indicador entre los años 2013 y 2014, mostrando una mejora en el año 2014 (de 0.48 a 1.00 en un caso y una ligera disminución de 0.99 a 0.98 en otro). Se analiza el comportamiento de diferentes cuentas del balance general (activo y pasivo), detallando variaciones en cuentas como Caja y Bancos, servicios contratados por anticipado, mercaderías, y obligaciones financieras. Estos datos ofrecen una perspectiva sobre la gestión financiera de las MYPES estudiadas y la evolución de su solvencia a lo largo del tiempo. La información de este análisis es útil para comprender la estabilidad financiera de las MYPES y cómo las variaciones en diferentes partidas del balance afectan su solvencia.