Las Casas de las reinas hispano-portuguesas de Juan II a los Reyes Católicos

Palacios Reales: Juan II y Reyes Católicos

Información del documento

Autor

Rafael Domínguez Casas

Especialidad Historia (History)
Tipo de documento Artículo académico (Academic Article)
Idioma Spanish
Formato | PDF
Tamaño 427.70 KB

Resumen

I.Los Matrimonios Reales y la Política del Siglo XV en la Península Ibérica

Este documento analiza las uniones matrimoniales entre las casas reales de Trastámara (Castilla) y Avís (Portugal) durante el siglo XV, cruciales para la política ibérica. Se centra en el reinado de Juan II de Castilla (1405-1454) y sus matrimonios: primero con María de Aragón, y luego con Isabel de Portugal (1428-1496). De este segundo matrimonio nacieron Isabel I de Castilla, la futura Reina Católica, y el infante Alfonso. El análisis explora las implicaciones políticas de estas alianzas, destacando la importancia de las ciudades de Soria, Ciudad Real, y Madrigal de las Altas Torres en la dote de Isabel de Portugal. Las relaciones entre Castilla y los Países Bajos también se examinan, conectando el auge del mercado lanero castellano con la llegada del arte flamenco-borgoñón.

1. El Acercamiento Político entre Castilla y Portugal a través del Matrimonio

El siglo XV en la Península Ibérica se caracterizó por un acercamiento político entre las coronas de Castilla y Portugal, consolidado mediante estratégicos matrimonios. Las casas reales de Trastámara (Castilla) y Avís (Portugal), ya estrechamente emparentadas al inicio del siglo, se unieron aún más a través de estas alianzas. El documento se centra en el papel del rey Juan II de Trastámara (1405-1454), rey de Castilla, cuyo linaje se rastrea hasta Enrique II de Trastámara y Juana Manuel por vía paterna, y hasta Pedro I el Cruel y María de Padilla, junto a la realeza inglesa (Eduardo III y Felipa de Hainaut), por vía materna. Este complejo entramado familiar proporcionó una base para futuras negociaciones y uniones políticas. La descendencia de Juan II, producto de sus matrimonios, jugó un rol crucial en la configuración política futura de la Península. El texto menciona la estrecha relación entre las familias reales, incluso destacando los ancestros comunes, como una estrategia política eficaz para crear lazos de lealtad y consolidar el poder.

2. El Matrimonio de Juan II con Isabel de Portugal y sus Consecuencias

El texto destaca el segundo matrimonio de Juan II de Castilla, celebrado en 1447 con Isabel de Portugal, hija del infante João, duque de Beja, y de Isabel de Bragança. Esta unión tenía profundas implicaciones políticas, fortaleciendo los lazos entre las dos coronas más poderosas de la Península Ibérica. Se detalla la genealogía de Isabel de Portugal, mostrando sus conexiones con la Casa de Avís a través de su padre y su abuelo, João I de Portugal, y sus vínculos con la familia Lancaster, por parte de su abuela, Felipa de Lancaster. De este matrimonio nacieron Isabel I de Castilla (la futura Reina Católica) y el infante Alfonso. La dote de Isabel de Portugal, que incluía las ciudades de Soria, Ciudad Real y Madrigal de las Altas Torres, con sus rentas y jurisdicción, más una considerable suma anual en maravedíes, resalta la importancia política de esta unión. Las frecuentes visitas de Juan II e Isabel a Madrigal, donde nació Isabel I, refuerza la significación simbólica de esta ciudad en el contexto de la relación entre ambas casas reales. El matrimonio y su descendencia marcan un giro clave en las relaciones castellano-portuguesas del siglo XV.

3. El Papel de Isabel I de Castilla Reina Católica como Producto de estas Alianzas

El nacimiento de Isabel de Castilla en el palacio real de Madrigal de las Altas Torres en 1451 se presenta como un evento clave. Hija del rey Juan II y la reina Isabel de Portugal, su existencia misma era un símbolo tangible del acercamiento político entre Castilla y Portugal. El texto enfatiza su futuro papel como Reina Católica, destacando cómo su nacimiento, en el contexto del matrimonio de sus padres, sentó las bases para una nueva era en la política peninsular. La muerte de su hermano, el infante Alfonso, quien fue brevemente proclamado rey de Castilla (Farsa de Ávila, 1465), solo sirve para subrayar la eventual importancia del rol que Isabel desempeñaría. Su posterior matrimonio con Fernando de Aragón, y la consecuente unión de las coronas de Castilla y Aragón, consolida la relevancia de la generación nacida de este matrimonio entre las casas de Trastámara y Avís, mostrando cómo las políticas matrimoniales estratégicas de la época tuvieron un impacto perdurable en la historia de España.

II.La Arquitectura Palaciega en el Reinado de Juan II Madrigal de las Altas Torres

El Palacio Real de Madrigal de las Altas Torres, ejemplo destacado de la arquitectura palaciega de la época de Juan II, se describe en detalle. Se destaca su planta irregular, fachada de ladrillo y elementos mudéjares. La distribución interna, basada en principios ceremoniales de los Trastámara, se analiza a partir de un informe de 1525. El palacio fue posteriormente donado por Carlos V a la Orden de San Agustín en 1525.

1. Descripción Arquitectónica del Palacio Real de Madrigal de las Altas Torres

El palacio real de Madrigal de las Altas Torres, en Ávila, se presenta como el mejor ejemplo de arquitectura palaciega del reinado de Juan II de Castilla. Su construcción, ubicada dentro del núcleo urbano, conserva un aspecto militar, reflejando la mentalidad caballeresca de la época, con torres de esquina y proximidad a la muralla. La estructura tiene una planta rectangular irregular, fachada principal al norte de ladrillo con cajeado de tapial. Destaca una portada mudéjar de arco apuntado con alfiz, y una galería alta con ventanas ojivales enmarcadas en ladrillo (inicialmente solo cuatro arcos escarzanos). El interior, organizado según los principios ceremoniales de los Trastámara, incluye un zaguán, un patio de dos alturas llamado "las Claustrillas", y habitaciones distribuidas alrededor. La descripción arquitectónica enfatiza la combinación de estilos y materiales, reflejando la complejidad de la época. La ubicación estratégica del palacio, en una ciudad importante dentro de la dote real, destaca la importancia de Madrigal de las Altas Torres durante el reinado de Juan II. El documento detalla la planta irregular, la fachada principal, los elementos mudéjares, y el aspecto militar del palacio.

2. Distribución Interna del Palacio y su Historia Posterior

Un informe de 1525, conservado por las madres agustinas de Madrigal, revela detalles de la distribución interna del palacio en tiempos de los Reyes Católicos. Se mencionan espacios como la despensa de la reina Isabel, la despensa del rey, la sala de la reina Isabel, un cuarto donde jugaba a la pelota el rey Fernando, el cuarto de la puerta real y el cuarto sobre la huerta. La existencia de una huerta y la práctica de la caza menor en los montes de Madrigal se mencionan en la documentación de finales del siglo XV. El emperador Carlos V regaló el palacio a la Orden de San Agustín en 1525, a petición de María de Aragón, hija natural de Fernando el Católico. La orden no tomó posesión hasta 1527, tras resolver un pleito con el Concejo de la villa. A partir de 1530, se construyeron una iglesia conventual y un patio renacentista junto al palacio. Actualmente, el conjunto alberga un museo donde se conserva la cama sepulcral renacentista de María de Aragón y María Esperanza. La descripción de la distribución interna se basa en la evidencia documental, aportando información valiosa sobre la vida en el palacio real.

III.Arte Flamenco Borgoñón en Castilla Influencia y Patrones

La llegada del estilo artístico flamenco-borgoñón a Castilla durante el reinado de Juan II se atribuye a los contactos comerciales, especialmente el mercado lanero. Se mencionan figuras clave como los hermanos Hanequín en Burgos, Egas Cueman, Antón Martínez de Bruselas, y Juan de Colonia, responsables de obras importantes como la capilla del Condestable y la Cartuja de Miraflores. El tríptico de Miraflores, atribuido a Rogier van der Weyden, se analiza como ejemplo del arte flamenco en la corte de Juan II, destacando su significado para Isabel la Católica.

1. Llegada del Estilo Flamenco Borgoñón a Castilla

El reinado de Juan II de Castilla marcó la llegada del estilo artístico flamenco-borgoñón, una importante novedad estética. Este influjo artístico se incrementó gracias al floreciente comercio entre los Países Bajos y Castilla, donde el mercado lanero jugó un papel crucial. Hasta finales del siglo XIV, los comerciantes de Brujas dependían de la lana inglesa, pero la lana castellana, más barata, fácil de obtener y de calidad superior, se convirtió en una fuerte competencia. Esto llevó al establecimiento de mercaderes burgaleses y bilbaínos en Brujas, cuya presencia fue reconocida oficialmente en 1428 por Felipe el Bueno, duque de Borgoña. Este intercambio comercial facilitó la difusión del estilo artístico flamenco, marcando un antes y un después en el panorama artístico castellano. El texto describe la competencia entre la lana inglesa y la castellana como un factor clave para explicar la llegada del arte flamenco-borgoñón a Castilla. Se menciona el establecimiento de mercaderes castellanos en Brujas y el reconocimiento oficial de su presencia en 1428.

2. Artistas Flamencos y sus Obras en Castilla

El documento detalla la influencia flamenca en la arquitectura y escultura castellanas. Se mencionan los hermanos Hanequín de Bruselas (maestro mayor de la catedral de Burgos), el escultor Egas Cueman, y el aparejador Antón Martínez de Bruselas, quienes trabajaron en Burgos a partir de 1435. La capilla de Santiago o del Condestable, encargada por Álvaro de Luna y construida entre 1430/35 y 1449 por Hanequín, es una obra señera de este estilo flamenco-borgoñón. En Burgos, Juan de Colonia, de origen renano, construyó las agujas caladas de la catedral (1442-1458) e inició las obras de la Cartuja de Miraflores (1454). En León, el maestro Jusquín trabajó entre 1440 y 1481 en la catedral. Se destaca la presencia de artistas flamencos y renanos en importantes obras arquitectónicas y escultóricas de Castilla, mostrando la influencia del arte flamenco-borgoñón en diferentes ciudades y proyectos de construcción. Se nombran varios artistas y sus contribuciones a la arquitectura y escultura en Burgos y León.

3. El Tríptico de Miraflores y la Preferencia por el Arte Flamenco

El tríptico de Miraflores, obra original de Rogier van der Weyden, es analizado como ejemplo de la pintura flamenca en la corte de Juan II. El documento discute su adquisición por el monarca y su posterior donación a los cartujos de Miraflores en 1445, posiblemente relacionada con la muerte de su primera esposa, María de Aragón. La temática del tríptico (nacimiento, muerte y resurrección) coincide con el carácter funerario del cenobio. La apreciación de Isabel la Católica por la obra se evidencia en su encargo de una copia hacia 1496, atribuida a Michel Sittow y Juan de Flandes. La posible relación entre la creación de la copia y la muerte de Isabel de Portugal se plantea. Se presenta el tríptico como un ejemplo del arte flamenco más avanzado de su tiempo, enfatizando su importancia en la corte y su posterior legado. Se mencionan los artistas que realizaron una copia del tríptico, así como las posibles razones de su encargo.

IV.El Reinado de Enrique IV y la Influencia de Juana de Portugal Mudejarismo y Arte Flamenco

Este apartado explora el reinado de Enrique IV y la influencia de su esposa Juana de Portugal. El monasterio de San Antonio el Real de Segovia, fundado por Enrique IV, se presenta como un ejemplo del patronato artístico de Juana, destacando sus artesonados mudéjares. Se menciona también la pintura flamenca “La Fuente de la Gracia”, posiblemente una copia de una obra de Jan van Eyck, como indicativo de la predilección del rey por este estilo.

1. El Monasterio de San Antonio el Real de Segovia Un Ejemplo del Patronato Artístico de Juana de Portugal

El reinado de Enrique IV de Castilla, y el patronato artístico de su esposa Juana de Portugal, se refleja en el monasterio de San Antonio el Real de Segovia, fundado en 1455. Su construcción, iniciada quince años antes como palacio de recreo, se convirtió en un monasterio franciscano para resolver disputas internas en otro convento de Segovia. El cronista Valera lo atribuye a las luchas entre los frailes claustrales y observantes, siendo el confesor del rey, fray Antonio de la Espina (observante), una figura clave en esta decisión. La iglesia del monasterio, de una sola nave, conserva un espléndido artesonado mudéjar en su capilla mayor, atribuido al maestro de las obras reales, Xadel Alcalde. Este artesonado muestra emblemas de Enrique IV: el escudo cuartelado de Castilla y León y la divisa de la Rama de Granado con el lema "Agridulce es reinar". Se destaca el artesonado de la sala capitular, con tres escudos diferentes en relieve: Enrique IV, Juana de Portugal y la orden franciscana. El texto presenta el monasterio de San Antonio el Real como una expresión del gusto artístico de la reina Juana de Portugal durante el reinado de Enrique IV, describiendo detalles arquitectónicos y artísticos.

2. Arte Flamenco en la Corte de Enrique IV La Tabla La Fuente de la Gracia

El documento apunta a la preferencia de Enrique IV por el arte flamenco. La tabla 'La Fuente de la Gracia', en el Museo del Prado, es presentada como una posible copia de un original perdido de Jan van Eyck, inspirado en el Políptico de la Adoración del Cordero Místico. Realizada hacia 1445 por un colaborador de Van Eyck, es posible que perteneciera a Juan II de Castilla antes de llegar a manos de Enrique IV. La escena, con una escenografía gótica, presenta jerárquicamente a Dios Padre, el Cordero, la Virgen y San Juan, ángeles músicos y cantores. En el plano inferior, se representa el triunfo de la Iglesia sobre la Sinagoga. El original debió ser pintado hacia 1435, incluyendo figuras como el Papa Eugenio IV, el emperador Segismundo y Felipe el Bueno. La tabla, presente en Castilla antes de 1459, evidencia la inclinación del rey Enrique IV hacia el arte flamenco. Se mencionan diferentes copias de esta tabla, y una se encuentra actualmente en el Allen Memorial Art Museum de Oberlin (Ohio). Se analiza la posible procedencia de la obra y las implicaciones de su estilo.

3. Otras Manifestaciones del Arte Flamenco en el Reinado de Enrique IV

El documento menciona otros ejemplos de arte flamenco durante el reinado de Enrique IV. Se destaca un retablo en el monasterio de San Antonio el Real de Segovia, alabado por León de Rosmithal en 1466, como una importación de los Países Bajos representando el ciclo de la Pasión en tres paneles de madera dorada y policromada. Estos paneles, actualmente en el claustro, representan el camino al Calvario, la crucifixión y el entierro de Cristo. También, se hace referencia a un retablo en la capilla de San Jerónimo de la catedral de Palencia (robado en 1812 y ahora en Oberlin, Ohio), con dos escudos castellanos (Téllez-Girón y Loaysa), posiblemente relacionados con García Girón de Loaysa (arzobispo de Toledo). Finalmente, se sugiere que la actividad mercantil de Enrique IV en Brujas, en el Consulado Español, facilitó el acceso a artistas nórdicos. El texto muestra la variedad de obras flamencas en la corte de Enrique IV, conectando estas piezas artísticas con la actividad mercantil y las relaciones políticas internacionales.

V.El Palacio Real de Arévalo y la Casa de la Reina Viuda Isabel de Portugal

El Palacio Real de Arévalo, construido por Enrique II, sirvió como residencia de la reina viuda Isabel de Portugal y lugar de crianza de sus hijos. El documento describe la vida de la reina en Arévalo, sus visitas de los Reyes Católicos, y los gastos de su casa tras su muerte en 1496. Se menciona la posterior donación del palacio a las monjas cistercienses de La Lugareja por Carlos V. Figuras importantes relacionadas con Arévalo incluyen a Juan Velázquez y su familia, y María de Guevara.

1. El Palacio Real de Arévalo Historia y Función

El palacio real de Arévalo, construido a finales del siglo XIV por Enrique II de Castilla, se erguía en la plaza del Real. Se componía de varias construcciones alrededor de patios, sirviendo como lugar de retiro para la reina viuda Isabel de Portugal tras la muerte de Juan II en 1454. Dentro de sus muros se criaron sus hijos, los infantes Alfonso e Isabel, quienes seguramente aprendieron castellano y portugués de sus criados. La cercana iglesia de San Juan Bautista de los Reyes, inicialmente una pequeña ermita románica, funcionaba como capilla regia. Posteriormente, Isabel la Católica cedió terrenos de la primera muralla a la familia Sedeño, quienes usaron la iglesia como panteón. Tras la muerte de Isabel de Portugal en 1496, el palacio se usó poco hasta que Carlos V lo donó a las monjas cistercienses de La Lugareja en 1524, a petición del alcalde Ronquillo, por su lealtad durante las Comunidades. El texto describe el palacio como un lugar de residencia y crianza de los infantes, y destaca su uso como residencia de la reina viuda y su posterior destino.

2. La Casa de la Reina Viuda Gastos y Personal

Tras la muerte de Juan II, Isabel de Portugal, sumida en una enfermedad prolongada, residió en el palacio real de Arévalo junto a sus hijos. Enrique IV visitó a la reina viuda en varias ocasiones entre 1454 y 1460. Isabel la Católica, tras la muerte de su madre en 1496, se encargó de los gastos de su casa, como se evidencia en documentos de 1497. Estos documentos muestran los pagos a los criados de la reina difunta, incluyendo al licenciado Juan Daspa (físico), capellanes, cocineros, lavanderas, y otros empleados. Se detallan los pagos hechos por Isabel la Católica para cubrir los salarios y el mantenimiento de la casa de su madre, incluyendo gastos para el funeral y honras fúnebres. Los documentos muestran una lista de empleados y sus sueldos, y reflejan la estructura de la casa de la reina viuda y el cuidado que Isabel la Católica brindó a su familia después de la muerte de su madre. La cantidad de maravedíes pagados refleja la escala del personal y la importancia de la casa.

3. Arévalo Tras la Muerte de Isabel de Portugal Legado y Figuras Clave

El documento describe Arévalo después de la muerte de Isabel de Portugal. Se menciona el traslado de los restos de su hijo, el infante Alfonso, a la Cartuja de Miraflores en 1492, ordenado por Isabel la Católica. Se resaltan las frecuentes visitas de los Reyes Católicos a Arévalo para ver a Isabel de Portugal. El texto registra las visitas de los Reyes Católicos a Arévalo para visitar a la reina viuda hasta 1495, el año previo a su muerte. Se analiza la figura de Juan Velázquez, nacido en el palacio real de Arévalo, y casado con María de Velasco. Se describen sus hijos e hijas, y su participación en la defensa militar de Arévalo contra los imperiales. María de Guevara, viuda de Arnao de Velasco, es mencionada por su residencia en Arévalo y por la fundación de un beaterio y posteriormente del monasterio de la Encarnación en 1510. La donación del palacio por Carlos V a las monjas cistercienses de La Lugareja en 1524 y la anulación posterior de la donación de Arévalo, Olmedo y Madrigal a Germana de Foix en 1519 para evitar sublevaciones. Se perfilan figuras clave relacionadas con el palacio y la villa tras la muerte de Isabel de Portugal.