Control de la HTA Inducida por Nuevas Terapias Dirigidas. Miguel Navarro. Servicio de Oncología Médica. Hospital Universitario de Salamanca IBSAL.

Control de HTA en Terapias Dirigidas

Información del documento

Autor

Miguel Navarro

Escuela

Hospital Universitario de Salamanca IBSAL

Especialidad Oncología Médica
Lugar Salamanca
Tipo de documento Recomendaciones Prácticas
Idioma Spanish
Formato | PDF
Tamaño 2.52 MB

Resumen

I.Prevalencia e Impacto de la Hipertensión Arterial HTA

La hipertensión arterial (HTA) es una condición altamente prevalente, afectando aproximadamente al 35% de los adultos en España, con cifras superiores al 65% en mayores de 60 años. Su alta prevalencia y la morbimortalidad cardiovascular asociada hacen del control de la HTA una prioridad en salud pública. La HTA se define como la elevación sostenida de la presión arterial (PA) por encima de los valores normales.

1. Alta Prevalencia de la Hipertensión Arterial en España

El documento destaca la alta prevalencia de la hipertensión arterial (HTA) en España. Se menciona que afecta aproximadamente al 35% de los adultos, una cifra que supera el 65% en la población mayor de 60 años. Esta elevada incidencia resalta la importancia de comprender y abordar eficazmente el problema de la HTA en la población española, dada su repercusión en la salud pública. La significativa prevalencia de HTA en la población adulta de España, especialmente en el grupo de mayores de 60 años, indica una necesidad apremiante de estrategias de prevención y control de la presión arterial alta. El alto porcentaje de adultos afectados por HTA justifica la necesidad de un enfoque integral en la atención médica y la implementación de políticas de salud pública dirigidas a la detección precoz y el tratamiento efectivo de esta condición, reduciendo así su impacto en la morbilidad y mortalidad cardiovascular.

2. Morbimortalidad Cardiovascular Asociada a la HTA

Un aspecto crucial del problema de la HTA es su fuerte asociación con una alta morbimortalidad cardiovascular. El documento enfatiza el impacto significativo de la hipertensión arterial en la salud cardiovascular de la población. Se indica que la HTA produce una alta morbimortalidad cardiovascular, lo que subraya la gravedad de la condición y la necesidad de intervenciones preventivas y terapéuticas efectivas. La elevada morbimortalidad cardiovascular asociada a la HTA resalta la urgencia de un control riguroso de la presión arterial en las personas afectadas. La prevención y el tratamiento efectivo de la hipertensión son fundamentales para reducir el riesgo de eventos cardiovasculares graves, mejorando la calidad de vida y la esperanza de vida de la población. Es importante destacar la necesidad de un enfoque multidisciplinario para combatir esta condición, combinando la atención médica individualizada con estrategias de salud pública.

3. Definición de Hipertensión Arterial y su Medición

El documento proporciona una definición concisa de la hipertensión arterial: la elevación mantenida de la presión arterial (PA) por encima de los límites normales. Se menciona la importancia de la medición de la presión arterial, aunque se limita a indicar que una medición se realiza en la consulta. Esta breve descripción de la HTA enfatiza la necesidad de una definición precisa y estandarizada para el diagnóstico y manejo adecuado de la condición. Se subraya la importancia de una medición precisa de la presión arterial para un diagnóstico correcto y un seguimiento eficaz del tratamiento. La información ofrecida es introductoria, abriendo el camino a una discusión más detallada sobre las técnicas de medición y la interpretación de los resultados en secciones posteriores del documento.

II.HTA y Cáncer Una Relación Compleja

La HTA es una comorbilidad frecuente en pacientes con cáncer, aunque su prevalencia exacta no está claramente establecida. Existen interrogantes sobre si ciertos fármacos antihipertensivos (como la reserpinia, betabloqueantes, diuréticos tiazídicos y antagonistas del calcio) incrementan el riesgo de ciertos tipos de cáncer, y viceversa, si la HTA incrementa el riesgo de desarrollar cáncer. La incidencia y severidad de la HTA en pacientes oncológicos depende de diversos factores.

1. HTA como Comorbilidad Frecuente en Pacientes con Cáncer

El documento señala que la hipertensión arterial (HTA) se presenta como una de las comorbilidades más frecuentes en registros de pacientes con cáncer. Sin embargo, se reconoce que la prevalencia de HTA en esta población no está claramente determinada. Se sugiere que, antes de la introducción de los inhibidores de la angiogénesis, la prevalencia de HTA en pacientes con cáncer era similar a la de la población general. Esta observación plantea la necesidad de estudios más exhaustivos para determinar la verdadera prevalencia de la HTA en pacientes oncológicos y comprender mejor la interacción entre ambas enfermedades. La falta de datos precisos sobre la prevalencia de HTA en pacientes con cáncer implica la necesidad de investigaciones futuras para determinar la verdadera extensión de esta comorbilidad y su impacto en el pronóstico y el manejo de los pacientes oncológicos. Un conocimiento más profundo de esta relación permitirá mejorar las estrategias de prevención, diagnóstico y tratamiento.

2. Posible Relación entre Fármacos Antihipertensivos y Riesgo de Cáncer

Se plantea la cuestión de si los fármacos antihipertensivos podrían incrementar el riesgo de cáncer. El texto menciona algunas interrogantes sobre la posible asociación entre ciertos medicamentos antihipertensivos y el desarrollo de determinados tipos de cáncer. Se mencionan ejemplos como la reserpinia y el cáncer de mama, los betabloqueantes y el cáncer de pulmón, los diuréticos tiazídicos y los cánceres renal y de colon, y los antagonistas del calcio y el riesgo general de cáncer. Sin embargo, la información proporcionada es principalmente interrogativa y no proporciona conclusiones definitivas sobre la relación causal entre estos fármacos y el riesgo de cáncer. La falta de evidencia concluyente subraya la necesidad de más investigación para aclarar las posibles asociaciones entre los fármacos antihipertensivos y el desarrollo de cáncer, permitiendo una mejor toma de decisiones en el manejo clínico de los pacientes.

3. Influencia de la HTA en el Riesgo de Cáncer y Factores que Determinan su Incidencia y Grado en Pacientes Oncológicos

El documento explora la posibilidad de que la HTA pueda incrementar el riesgo de cáncer. Se indica que los resultados disponibles apoyan la hipótesis de que la hipertensión, y no el tratamiento antihipertensivo, pueda estar implicada. Se menciona que la incidencia y el grado de HTA en pacientes con cáncer dependen de diversos factores, aunque estos factores no se especifican. La información se presenta de forma incompleta, dejando abierta la pregunta de la relación causal entre la HTA y el riesgo de cáncer. Se hace hincapié en la necesidad de investigaciones futuras para dilucidar completamente esta relación compleja y multifactorial. Comprender estos factores es crucial para desarrollar estrategias de prevención y manejo efectivas en pacientes con cáncer.

III.Recomendaciones para el Control de la HTA especialmente en pacientes tratados con terapias anti angiogénicas Anti VEGF

Ante el inicio de terapias dirigidas, especialmente con inhibidores anti-VEGF, es crucial valorar el riesgo cardiovascular del paciente y detectar la presencia de HTA. Se recomienda una monitorización frecuente de la TA, especialmente durante el primer ciclo de tratamiento, con el objetivo de mantener la presión arterial por debajo de 140/90 mmHg, e incluso más baja en pacientes de alto riesgo. El tratamiento activo de la HTA no debe disminuir la eficacia del fármaco antiangiogénico y es fundamental para evitar complicaciones. Se debe considerar la reducción de dosis de ciertos fármacos al 50% si es necesario y abordar de forma activa las urgencias hipertensivas.

1. Valoración del Riesgo Cardiovascular y Detección Precoz de la HTA

Antes de iniciar cualquier tratamiento, especialmente terapias anti-angiogénicas (como los fármacos anti-VEGF), es fundamental una completa valoración del riesgo cardiovascular del paciente. Esto implica la identificación de la presencia de hipertensión arterial (HTA). Si ya existe un diagnóstico previo de HTA, se debe evaluar el grado de control y el cumplimiento del tratamiento antihipertensivo. Además, se debe considerar la posibilidad de causas subyacentes que puedan estar elevando la presión arterial. Esta evaluación inicial es crucial para prevenir y controlar eficazmente la HTA, optimizando los resultados del tratamiento y reduciendo el riesgo de complicaciones. Una valoración exhaustiva del riesgo cardiovascular permite adaptar el tratamiento a las necesidades individuales del paciente y minimizar la probabilidad de efectos secundarios adversos.

2. Control de la Tensión Arterial durante el Tratamiento con Anti VEGF

Se recomienda una monitorización frecuente de la tensión arterial (TA), especialmente antes de iniciar la terapia con inhibidores anti-VEGF. Esta monitorización debe aplicarse incluso en pacientes sin antecedentes de HTA. Se sugiere la toma frecuente de la TA, sobre todo durante el primer ciclo del tratamiento. Aunque no hay consenso sobre la frecuencia exacta de la monitorización, se mencionan protocolos (como los del NCI) que sugieren una medición semanal durante el primer ciclo y cada 2-3 semanas posteriormente. Es importante estar alerta a la aparición de síntomas de urgencia hipertensiva. La monitorización regular permite una detección precoz de posibles elevaciones de la presión arterial, facilitando la intervención oportuna y minimizando las complicaciones. La falta de consenso sobre la frecuencia de la monitorización destaca la necesidad de un enfoque individualizado, considerando las características del paciente y las posibles reacciones al tratamiento.

3. Tratamiento Activo de la HTA y Objetivo de Presión Arterial

Se recomienda un tratamiento activo de la HTA con el objetivo general de mantener la TA por debajo de 140/90 mmHg. En pacientes con alto riesgo cardiovascular, el objetivo debe ser aún más bajo. Se afirma que este tratamiento activo de la HTA no disminuye la eficacia de los fármacos antiangiogénicos y debe ser completo. El objetivo principal es evitar las complicaciones secundarias asociadas a elevaciones prolongadas de la TA. Se menciona la posibilidad de reducir la dosis de ciertos fármacos al 50% si es necesario. En los casos de HTA grave o persistente a pesar del tratamiento antihipertensivo, se debe considerar una estrategia terapéutica más agresiva. Un manejo proactivo de la HTA garantiza un control adecuado de la presión arterial, reduciendo el riesgo de eventos cardiovasculares y mejorando la calidad de vida del paciente.

IV.Manejo de la Crisis Hipertensiva

Una urgencia hipertensiva se caracteriza por un aumento brusco y agudo de la presión arterial, generalmente requiriendo atención médica urgente. Se diferencia de una emergencia hipertensiva por la ausencia de daño orgánico inmediato. El objetivo es reducir la presión arterial gradualmente, en un plazo de horas o días, alcanzando cifras de presión diastólica (PAD) entre 100-110 mmHg, según la gravedad.

1. Definición y Características de la Crisis Hipertensiva

El documento define la crisis hipertensiva como una elevación brusca y aguda de la tensión arterial (TA), que generalmente motiva una consulta médica urgente. Se menciona que existen límites numéricos arbitrarios para definirla, indicando una presión arterial diastólica (PAD) mayor a 120 mmHg. Se describe como una situación que requiere una atención médica inmediata debido a la rapidez con la que se produce el incremento de la presión arterial. La descripción de la crisis hipertensiva como una elevación brusca y aguda de la presión arterial destaca la urgencia de la situación y la necesidad de una respuesta médica inmediata. La referencia a límites numéricos arbitrarios para su definición sugiere que la gravedad de la crisis se determina por una combinación de factores, no solo por los valores numéricos de la presión arterial.

2. Diferenciación entre Urgencia e Emergencia Hipertensiva

Se establece una distinción entre urgencia e emergencia hipertensiva. La urgencia hipertensiva se caracteriza por un aumento de la TA sin síntomas o daño orgánico evidente, mientras que la emergencia hipertensiva implica un daño orgánico significativo, poniendo en riesgo la vida del paciente. En la urgencia hipertensiva, la reducción de la presión arterial se puede llevar a cabo en varias horas o días, buscando una presión diastólica entre 100-110 mmHg. En cambio, la emergencia hipertensiva exige una reducción inmediata de la PA para evitar complicaciones graves o incluso la muerte. Esta diferenciación entre urgencia y emergencia hipertensiva es crucial para la toma de decisiones clínicas, determinando la urgencia y la intensidad de la intervención médica.