? El SRAA tiene una importancia fundamental en la regulación de la presión arterial y del equilibrio del agua y electrolítico.

Inhibidores ARA II: Acción y Ventajas

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Idioma Spanish
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Especialidad Farmacología/Medicina
Tipo de documento Apuntes de clase/Resumen de conferencia

Resumen

I.Inhibidores de la Enzima Convertidora de Angiotensina IECA y Bloqueadores del Receptor de Angiotensina II ARA II Mecanismo de Acción

Los IECA y los ARA II son fármacos que actúan sobre el Sistema Renina-Angiotensina-Aldosterona (SRAA), regulando la presión arterial y el equilibrio hidroelectrolítico. Los IECA bloquean la enzima convertidora de angiotensina, mientras que los ARA II bloquean directamente el receptor de angiotensina II. Esta diferencia implica que los ARA II evitan la acumulación de bradicinina y angiotensina I, reduciendo efectos secundarios como la tos, a diferencia de los IECA.

1. El Sistema Renina Angiotensina Aldosterona SRAA y su Regulación

El documento inicia destacando la importancia fundamental del SRAA en la regulación de la presión arterial y el equilibrio hidroelectrolítico. Se describe como una compleja cascada enzimática que culmina en la formación de angiotensina II, un potente vasoconstrictor que promueve la excreción renal de sodio y agua. Esta descripción proporciona el contexto fisiológico para comprender la acción de los IECA y los ARA II, que actúan a diferentes niveles del SRAA para bloquear sus efectos.

2. Mecanismo de Acción de los IECA

Los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (IECA) bloquean la conversión de angiotensina I a angiotensina II. Al inhibir este paso crucial, los IECA reducen los efectos vasoconstrictores y pro-retención de sodio y agua de la angiotensina II. Sin embargo, la inhibición enzimática también conlleva la acumulación de bradicinina y sustancia P, lo que puede provocar efectos secundarios como la tos.

3. Mecanismo de Acción de los ARA II

Los antagonistas del receptor de angiotensina II (ARA II) actúan bloqueando directamente el receptor AT1 de la angiotensina II, impidiendo que esta hormona ejerza sus efectos vasoconstrictores y pro-retención de líquidos. Una diferencia clave con los IECA es que los ARA II no causan acumulación de bradicinina ni angiotensina I, lo que resulta en una disminución de efectos adversos como la tos, comúnmente asociados con los IECA. Este bloqueo más selectivo representa una ventaja en ciertos pacientes.

4. Comparación del Bloqueo del SRAA entre IECA y ARA II

El documento establece que el bloqueo del SRAA por los ARA II difiere del de los IECA en dos aspectos principales. Primero, los ARA II no provocan acumulación de quininas ni angiotensina I, evitando así los efectos secundarios asociados a estas sustancias. Segundo, la ausencia de acumulación de estas sustancias elimina el efecto vasodilatador de las mismas, que, aunque beneficioso en algunos casos, puede causar problemas en otros pacientes. Por lo tanto, esta diferencia en el mecanismo de acción genera un perfil de efectos secundarios distintos entre ambos grupos farmacológicos.

II.Indicaciones e Evidencias Clínicas de IECA

Los IECA (como captopril, enalapril, lisinopril) son una terapia de primera línea para la hipertensión arterial (HTA), insuficiencia cardíaca (IC), post-infarto de miocardio (IAM), y nefropatía diabética. Numerosos estudios clínicos (ej. CONSENSUS, SOLVD, HOPE) demuestran su eficacia en la reducción de la morbimortalidad en estas indicaciones, mostrando beneficios en la reducción de mortalidad, rehospitalización y progresión de la enfermedad.

1. Indicaciones de los IECA

Los IECA se presentan como un tratamiento eficaz para diversas afecciones cardiovasculares. El documento destaca su uso en la hipertensión arterial (HTA), insuficiencia cardíaca (IC), disfunción ventricular izquierda (disfunción VI), después de un infarto de miocardio (IAM), nefropatía diabética (tanto diabética como no diabética), hipertrofia ventricular izquierda, y aterosclerosis carotidea. Esta amplia gama de indicaciones refleja la versatilidad de los IECA en el manejo de enfermedades crónicas con un componente cardiovascular significativo. La eficacia de los IECA en estas patologías está respaldada por extensos estudios clínicos. Su papel como primera línea de tratamiento en varias de estas afecciones es un punto clave que se resalta en el documento.

2. Evidencias Clínicas en Hipertensión Arterial

En el contexto de la HTA, el documento presenta evidencia de que los IECA (como captopril, enalapril, fosinopril y lisinopril) reducen la morbimortalidad. Se citan diversos estudios clínicos que comparan IECA con otros antihipertensivos como el nisoldipino (ABCD, 1998), amlodipino (FACET, 1998), atenolol (UKPDS, 1998), y otros comparando IECA y CA con bloqueadores beta o diuréticos tiazídicos + amilorida (STOP-2, 1999), o diuréticos o bloqueadores beta (CAPPP, 1999). El estudio ANBP-2 (2003) comparó enalapril con hidroclorotiazida. Estos ensayos proporcionan un sólido respaldo a la efectividad de los IECA en el control de la presión arterial y la reducción de eventos cardiovasculares adversos asociados a la HTA.

3. Evidencias Clínicas en Insuficiencia Cardíaca

Para la insuficiencia cardíaca (IC), el documento establece que los IECA (captopril, enalapril, ramipril, lisinopril) son la terapia de primera elección en todos los grados de gravedad. La evidencia clínica indica una reducción significativa en la mortalidad, rehospitalización y progresión de la IC, además de una mejora en la calidad de vida. Estudios como CONSENSUS (1987), SOLVD (1991), SOLVD-P (1992), y VHeFT II (1991), comparando enalapril con placebo o con otros tratamientos, son citados para apoyar estas afirmaciones. No obstante, se mencionan resultados discrepantes en ensayos clínicos que combinan IECA y ARA II, resaltando la necesidad de un análisis más profundo en esta área.

4. Evidencias Clínicas Post Infarto Agudo de Miocardio IAM

En la etapa post-IAM, los IECA (captopril, lisinopril, enalapril, zofenopril) demuestran una reducción de la mortalidad cuando se administran tempranamente (primeras 36 horas), particularmente en IAM anterior, con fracción de eyección reducida o insuficiencia cardíaca leve-moderada. Estudios como ISIS-4 (1995), GISSI-3 (1994), CCS-1 (1995), CONSENSUS II (1992), SMILE (1995), y SAVE (1992), que comparan IECA con placebo, respaldan estas conclusiones. Incluso en intervenciones más tardías, se observa una reducción de la morbimortalidad en pacientes con IC clínica o disfunción ventricular izquierda asintomática.

5. Evidencias Clínicas en Prevención Secundaria Cardiovascular y Protección Renal

En prevención secundaria cardiovascular en pacientes con alto riesgo, los IECA (ramipril, quinapril, enalapril, perindopril, trandolapril) muestran un efecto protector. Estudios como PART-2 (2000), QUIET (1999), SCAT (2000), HOPE (2000), y PROGRESS (2001) apoyan esta afirmación. Respecto a la protección renal, se evidencia el efecto protector de los IECA (benazepril, captopril, ramipril, trandolapril, lisinopril) en pacientes diabéticos, con una reducción de la mortalidad en DM tipo 1 y 2, según un metanálisis de Strippoli (BMJ 2004). Sin embargo, estudios comparativos con ARA II en pacientes con DM tipo 2 y afectación renal no muestran diferencias significativas en la mejora de los parámetros renales.

III.Efectos Secundarios y Contraindicaciones de IECA

Los efectos secundarios de los IECA incluyen tos y angioedema, lo que limita su uso en algunos pacientes.

1. Efectos Secundarios Comunes de los IECA

El documento menciona dos efectos secundarios importantes asociados al uso de IECA: tos y angioedema. La tos, a menudo seca y persistente, es un efecto secundario frecuente y, en algunos casos, lo suficientemente molesto como para llevar a la interrupción del tratamiento. El angioedema, una hinchazón de la cara, labios o garganta, es una reacción más grave que requiere atención médica inmediata. La tos, en particular, es resaltada como una limitación importante para el uso continuo de los IECA. La presencia de estos efectos secundarios, incluso con su variabilidad en incidencia entre pacientes, representa un factor crucial a considerar al evaluar la conveniencia de prescribir IECA.

2. Mecanismo de los Efectos Secundarios y su Relación con la Acumulación de Quininas

Aunque no se detalla ampliamente el mecanismo, se establece una relación entre la tos y el angioedema con la acumulación de quininas, consecuencia del bloqueo enzimático que caracteriza la acción de los IECA. El documento menciona que este efecto secundario no se observa con los ARA II, debido a que éstos actúan de manera diferente, bloqueando directamente los receptores de angiotensina II en vez de la enzima convertidora. Esta diferencia en el mecanismo de acción se presenta como una ventaja de los ARA II sobre los IECA, especialmente en pacientes que experimentan intolerancia a los IECA, principalmente por tos. La comprensión del mecanismo fisiopatológico subyacente es crucial para entender por qué se producen estos efectos secundarios.

3. Implicaciones Clínicas de los Efectos Secundarios y la Necesidad de Monitoreo

La aparición de tos o angioedema exige un monitoreo clínico cuidadoso de los pacientes tratados con IECA. La gravedad potencial de estos efectos secundarios, en particular el angioedema, justifica una vigilancia estrecha. La decisión de continuar o no el tratamiento con IECA debe basarse en una evaluación individualizada de los riesgos y beneficios, considerando la gravedad de la condición que se está tratando, la presencia de otros factores de riesgo, y la tolerancia individual a los efectos secundarios. En casos de intolerancia a los IECA, la posibilidad de utilizar ARA II, con un perfil de efectos secundarios diferente, se considera una alternativa terapéutica. Por lo tanto, un monitoreo adecuado es fundamental para la seguridad del paciente.

IV.Indicaciones e Evidencias Clínicas de ARA II

Los ARA II (como valsartan, losartan, candesartan) se utilizan en el tratamiento de la HTA, IC, post-IAM, y nefropatía diabética. Si bien muestran eficacia similar a los IECA en muchas indicaciones, la evidencia de superioridad en reducción de morbimortalidad es menos robusta. Estudios como LIFE han mostrado resultados positivos para algunos ARA II en la HTA, pero otros como SCOPE no mostraron diferencias significativas con placebo.

1. Indicaciones de los ARA II

Los ARA II, como losartan, candesartan y valsartan, se utilizan en diversas condiciones cardiovasculares. El documento menciona su indicación en la hipertensión arterial (HTA), insuficiencia cardíaca (IC), después de un infarto agudo de miocardio (IAM), nefropatía diabética, proteinuria/microalbuminuria, hipertrofia ventricular izquierda y fibrilación auricular. Esta lista de indicaciones destaca la utilidad de los ARA II en un espectro de enfermedades con un componente cardiovascular relevante. A diferencia de los IECA, la indicación de proteinuria/microalbuminuria resalta un posible enfoque más específico para los ARA II, en particular, en la gestión de la enfermedad renal.

2. Evidencias Clínicas en Hipertensión Arterial

La evidencia clínica para el uso de ARA II en HTA es menos contundente que la observada para IECA. El documento destaca un único ensayo clínico que demostró superioridad del Losartan sobre el Atenolol en hipertensos de edad avanzada, aunque este ensayo ha sido objeto de críticas. Otros estudios, como SCOPE (Candesartan vs. placebo) y VALUE (Valsartan vs. Amlodipino), no encontraron diferencias significativas en la reducción de morbimortalidad, incluso mostrando mayor incidencia de IAM en pacientes tratados con Valsartan en el estudio VALUE. La evidencia en HTA para ARA II es menos consistente y requiere más investigación para establecer su superioridad o equivalencia a otros tratamientos antihipertensivos.

3. Evidencias Clínicas en Insuficiencia Cardíaca

En insuficiencia cardíaca (IC), los estudios con ARA II (losartan, candesartan, valsartan) son limitados, y hasta la fecha, no han demostrado superioridad frente a los IECA. Existe controversia en las recomendaciones de tratamiento con IECA o ARA II en IC con fracción de eyección superior al 40%, debido a la falta de estudios robustos que evalúen la eficacia de ambos tratamientos en este subgrupo de pacientes. Estudios como CHARM-Alternativo (2003), CHARM-Preservado (2003), HEALL (2009) y ELITE I (1997) son mencionados, pero no proporcionan evidencia concluyente sobre la superioridad de los ARA II en IC.

4. Evidencias Clínicas Post IAM y en Prevención Secundaria Cardiovascular

En la etapa post-IAM, los estudios comparativos entre IECA y ARA II no han demostrado diferencias significativas en la reducción de eventos adversos. En prevención secundaria cardiovascular, la evidencia es contradictoria. El estudio MOSES (2005) mostró una reducción de morbimortalidad con Eprosartan frente a Nitrendipino en pacientes hipertensos con accidente cerebrovascular previo; sin embargo, el uso de Nitrendipino no es considerado de primera línea. El estudio TRANSCEND (2009) no encontró beneficio significativo con Telmisartan frente a placebo en la reducción de mortalidad cardiovascular, infarto de miocardio, accidente cerebrovascular o hospitalización por IC. Por tanto, se requiere más evidencia sólida para clarificar el papel de ARA II en estos escenarios clínicos.

5. Evidencias Clínicas en Protección Renal

Los ARA II (irbesartan, valsartan, losartan) muestran evidencia de reducción y mejora de parámetros renales en pacientes con diabetes tipo 2, similar a los IECA, pero no en DM tipo 1. Estudios comparativos entre IECA y ARA II en pacientes con DM tipo 2 y afectación renal no han demostrado diferencias significativas en la mejora de los parámetros renales. Estudios como RENAAL (2001) con Losartan vs. placebo y IDNT (2001) con Irbesartan vs. Amlodipino se destacan por su evaluación de la protección renal, aunque no necesariamente comparan IECA con ARA II directamente. La evidencia sugiere un efecto protector renal similar entre ambos tipos de fármacos en la diabetes tipo 2.

V.Efectos Secundarios y Contraindicaciones de ARA II

Los efectos secundarios comunes de los ARA II incluyen cefalea y astenia.

1. Efectos Secundarios Comunes de los ARA II

De acuerdo con el documento, los efectos secundarios más frecuentes de los ARA II son cefalea (8-10%) y astenia (2-3%). Estas cifras indican una incidencia relativamente baja comparada con algunos de los efectos adversos de los IECA, como la tos. La cefalea, o dolor de cabeza, es un efecto adverso relativamente común en muchos fármacos, mientras que la astenia, o falta de energía, puede impactar la calidad de vida de los pacientes. A pesar de que estas reacciones adversas son generalmente leves y bien toleradas, es fundamental que los médicos informen a los pacientes sobre la posibilidad de su aparición para una mejor gestión del tratamiento.

2. Comparación de la Tolerabilidad entre ARA II e IECA

La información proporcionada establece una comparación implícita entre la tolerabilidad de los ARA II y los IECA, destacando la ventaja de los ARA II en cuanto a la ausencia de tos. La tos, un efecto adverso significativo de los IECA, se relaciona con la acumulación de bradicinina. Los ARA II, al no afectar este proceso, presentan un perfil de efectos secundarios más favorable en este aspecto. Esta diferencia en la tolerabilidad es un factor determinante al elegir entre IECA y ARA II, particularmente en pacientes que han presentado intolerancia a IECA debido a la tos. La ausencia de otros efectos secundarios graves en los ARA II se infiere, dado que solo se mencionan cefalea y astenia.

3. Importancia de la Vigilancia y el Manejo de Efectos Adversos

Aunque los efectos secundarios reportados para ARA II son generalmente leves, la vigilancia clínica del paciente es esencial. La aparición de cefalea o astenia debe ser monitorizada, y si se considera clínicamente significativo, se debe evaluar la posibilidad de ajustar la dosis o cambiar el tratamiento. La ausencia de mención de efectos secundarios graves no implica su imposibilidad, y una atención médica responsable implica la evaluación de cualquier síntoma nuevo o empeoramiento de los ya existentes en los pacientes tratados con ARA II. Esta vigilancia permitirá una mejor gestión y optimización del tratamiento para cada paciente.

VI.Comparación IECA vs ARA II Protección Renal y Tratamiento de la Insuficiencia Cardíaca

En la nefropatía diabética, tanto los IECA como los ARA II muestran efectos protectores renales, sin diferencias significativas entre ambos en estudios comparativos. En la IC, los IECA siguen siendo la terapia de elección, mientras que los ARA II se consideran una alternativa en casos de intolerancia a los IECA (especialmente por tos). La eficacia de la combinación IECA + ARA II no está claramente establecida.

1. Comparación en el Tratamiento de la Insuficiencia Cardíaca

En el tratamiento de la insuficiencia cardíaca (IC), los IECA se presentan como la terapia de primera elección, mostrando una reducción significativa en mortalidad, rehospitalización y progresión de la enfermedad. Los ARA II, aunque útiles, no han demostrado superioridad frente a los IECA en la mayoría de los estudios. En pacientes con fracción de eyección mayor al 40%, la evidencia es aún más limitada, generando controversia sobre cuál es el enfoque terapéutico más adecuado. La posibilidad de usar ARA II como alternativa a los IECA en casos de intolerancia a estos últimos (especialmente por tos) se menciona, pero la eficacia de la terapia combinada IECA + ARA II no está claramente probada, aunque podría considerarse en casos donde los betabloqueantes están contraindicados. En resumen, para IC, los IECA mantienen su preponderancia.

2. Comparación en la Protección Renal en Nefropatía Diabética

En la nefropatía diabética, tanto los IECA como los ARA II demuestran un efecto protector renal. Estudios han mostrado una reducción y mejora de los parámetros renales con ambos tipos de fármacos en pacientes con diabetes tipo 2. Sin embargo, la evidencia para ARA II es menos consistente en la diabetes tipo 1. Un aspecto destacado es que los estudios que han comparado directamente IECA y ARA II en pacientes diabéticos tipo 2 con afectación renal no han encontrado diferencias significativas entre ambos grupos en cuanto a la mejora de los parámetros renales. Esto sugiere una eficacia comparable en la protección renal para ambas clases de fármacos, al menos en la población con diabetes tipo 2.

3. Estudios Clínicos Relevantes y sus Resultados

El documento cita varios estudios relevantes para comparar la eficacia de IECA y ARA II en insuficiencia cardiaca y protección renal. Se mencionan estudios con resultados contradictorios en la combinación de IECA y ARA II para insuficiencia cardíaca. Algunos estudios muestran que no hay una mejora significativa en la mortalidad al combinar ambos tipos de fármacos. En cuanto a la protección renal, se mencionan estudios como RENAAL (Losartan vs placebo) e IDNT (Irbesartan vs Amlodipino), que aunque no comparan directamente IECA vs ARA II, muestran la efectividad individual de los ARA II en la protección renal de la nefropatía diabética. La falta de consistencia en algunos estudios comparativos resalta la necesidad de más investigación para determinar con mayor precisión las ventajas relativas de cada tratamiento.