Análisis sociodemográfico, biomarcadores séricos y evaluación neuropsiquiátrica como factores predictivos en pacientes con traumatismo craneoencefálico

El artículo aborda la problemática del traumatismo craneoencefálico (TCE) como una de las principales causas de morbimortalidad en México. Se destaca el aumento de la sobrevida gracias a los avances en la atención médica aguda, lo que conlleva a una población con secuelas neuropsiquiátricas que dificultan su rehabilitación e integración social y laboral. El documento explora la posibilidad de identificar estas secuelas en etapas tempranas a través de un registro detallado de variables sociodemográficas y clínicas, incluyendo biomarcadores séricos y evaluaciones neuropsiquiátricas.

El estudio se basa en un diseño observacional, descriptivo, retrospectivo y transversal, dividido en tres fases, con análisis de expedientes clínicos de pacientes con TCE. Los resultados revelan que el 61.5% de los pacientes eran hombres, con una edad promedio entre 15 y 44 años, siendo estudiantes o desempleados en su mayoría. El accidente vehicular fue la causa principal del TCE en el 69.1% de los casos. El 80% de los pacientes con TCE previo presentaron niveles elevados de GFAP, un biomarcador de daño neuronal. Estos hallazgos sugieren que las variables sociodemográficas, el tipo de accidente y la presencia de TCE previo podrían ser factores predictivos de la severidad y el pronóstico de la lesión.

El documento explora la utilidad de los biomarcadores séricos en la evaluación del TCE, especialmente la proteína ácida fibrilar glial (GFAP). Se destaca que, aunque no existe un consenso general sobre su uso como herramienta diagnóstica estándar, los niveles elevados de GFAP se han asociado con un pronóstico desfavorable, mayor presión intracraneal, menor mejoría en la escala de coma de Glasgow y mayor mortalidad. El estudio encontró que los niveles séricos de GFAP en la muestra estudiada fueron significativamente más altos que los reportados en otras investigaciones, lo que sugiere la necesidad de realizar estudios adicionales con grupos control y una muestra más amplia para determinar valores de corte clínicos más precisos para la población mexicana.

El estudio también evalúa la importancia de la evaluación neuropsiquiátrica en la atención temprana del TCE. Se destaca la prevalencia de la depresión y la ansiedad como secuelas psiquiátricas post-lesión, así como la influencia de la amnesia postraumática en el pronóstico funcional del paciente. La investigación encontró que la evaluación de la amnesia postraumática, la agitación y la funcionalidad, junto con un tamizaje cognitivo, podrían ser herramientas valiosas para la atención temprana del TCE, incluso durante la estancia en urgencias. El estudio resalta la importancia de integrar esta información en el expediente clínico, junto con otros datos como los antecedentes neurológicos y psiquiátricos, el consumo de alcohol y otras sustancias, y la aplicación de escalas de clinimetría y tamizaje.