Actitudes hacia la tutoría en Primaria

El Ministerio de Educación, a través del Diseño Curricular Nacional (2009), destaca la función esencial de la tutoría para la formación integral del estudiante. Se enfatiza la necesidad de que el docente esté preparado para asumir esta responsabilidad con esmero y dedicación, con el objetivo de educar a niños sanos en todos los aspectos de su vida. Sin embargo, la investigación preliminar revela que, a pesar del reconocimiento de su importancia y de la existencia de lineamientos, la tutoría no recibe la atención debida en la práctica. En la Región Callao, si bien existe preocupación por la capacitación docente y la prevención de conductas de riesgo, la improvisación en la acción tutorial es un problema recurrente. A pesar de la hora obligatoria de tutoría grupal en el Plan de Estudios, a menudo se utiliza para otras actividades, dejando de lado la orientación y el acompañamiento necesarios en los ámbitos afectivo, emocional, cognitivo y social del alumno. Se evidencia una desconexión entre la teoría y la práctica de la tutoría, lo cual afecta negativamente el proceso de enseñanza-aprendizaje y la formación integral de los estudiantes.

El documento afirma que la acción tutorial es fundamental en el proceso de enseñanza-aprendizaje. El rol del tutor ha ganado gran relevancia ante los graves problemas sociales que enfrentan las instituciones educativas. Los docentes pueden influir positiva o negativamente en la consolidación de la personalidad de sus alumnos a través de la orientación. La tutoría proporciona a los estudiantes un tiempo exclusivo para ser escuchados y guiados en sus experiencias cotidianas. Sin embargo, se observa que la hora destinada a la tutoría se desvía con frecuencia hacia otras tareas, descuidando su objetivo principal: la orientación y el acompañamiento en el desarrollo afectivo, emocional, cognitivo y social de los estudiantes. Esta falta de atención a la tutoría se considera un problema significativo que afecta directamente la formación integral de los niños y su progreso académico. Se resalta la importancia de una estrecha relación interpersonal entre el maestro tutor y el alumno para el éxito de la labor educativa y el cumplimiento de los objetivos de la tutoría.

La investigación se centra en determinar el nivel de actitud de los docentes de educación primaria de la Red N° 5 del Callao respecto a la tutoría, específicamente en la dimensión de convivencia. Se busca describir el perfil de los docentes en cuanto a sus actitudes hacia la tutoría, identificando factores que influyen en su motivación o desmotivación como tutores. La pregunta de investigación se enmarca dentro de una preocupación más amplia por la efectividad de la tutoría en el sistema educativo peruano y su impacto en el desarrollo integral de los estudiantes. El estudio busca contribuir al mejoramiento de la enseñanza-aprendizaje a través del análisis de las actitudes docentes hacia la tutoría y de las implicaciones de dicha actitud en las experiencias de los estudiantes. Se espera que el diagnóstico obtenido permita identificar la necesidad de intervenciones y mejorar el desarrollo de la tutoría en la práctica.

El marco teórico define la tutoría como un acompañamiento sistemático y permanente que contribuye a la formación integral del estudiante. Se presenta como un proceso de ayuda y guía que atiende las necesidades afectivas, sociales, cognitivas y pedagógicas. Se diferencia la tutoría de la orientación educativa, estableciendo que toda tutoría es orientación, pero no toda orientación es tutoría. La tutoría se describe como un acompañamiento integral, mientras que la orientación se enfoca en el futuro académico. Se revisan diferentes enfoques de la orientación educativa, destacando el enfoque de servicios (centrado en problemas y remedial) y el enfoque centrado en el desarrollo (proactivo y preventivo). Este último enfoque, que busca promover el desarrollo global del estudiante, es el que se alinea con la concepción de tutoría propuesta en la investigación. Se citan autores como Bisquerra (2002) y Langer (2009) para sustentar la evolución de los enfoques en orientación educativa y su influencia en la comprensión de la tutoría. Autores como Sovero (2001) y Campos et al. (2006) también aportan definiciones de tutoría, enfatizando su rol en el rendimiento académico, la solución de dificultades escolares y el desarrollo de hábitos de estudio y convivencia. Se destaca la tutoría individual como un complemento importante a la tutoría grupal, ofreciendo una atención personalizada a las necesidades específicas de los estudiantes.

El marco teórico aborda el concepto de actitudes, citando a autores como Eisenberg (2000) y Allport (2008, citado en Reyes, 2011). Se explican diferentes perspectivas sobre las actitudes, incluyendo su naturaleza como constructos hipotéticos que se manifiestan en el comportamiento. Se destaca la diferencia entre la correlación actitud-comportamiento a nivel individual y colectivo. Se analiza la influencia de las actitudes en la formación de los estudiantes, tanto en el ámbito escolar como familiar. Se mencionan las actitudes como tendencias internas observables y evaluables, pero no medibles, expresadas a través de opiniones, creencias y pensamientos. Se subraya la importancia de las actitudes positivas del docente en su rol de tutor, su influencia en la relación con los alumnos y su capacidad para brindar apoyo y orientación. Se enfatiza la idea de que las actitudes se construyen y que es posible cambiarlas o mejorarlas para lograr un impacto positivo en la formación de los estudiantes. La revisión teórica de las actitudes sirve como base para la medición de las actitudes de los docentes hacia la tutoría en la investigación.

La tutoría se enmarca dentro de la perspectiva del desarrollo humano, considerando los cambios cualitativos y cuantitativos que ocurren en las personas a lo largo de su vida. Se mencionan las dimensiones del desarrollo humano (física, cognitiva, afectiva, social, etc.) y la direccionalidad de este proceso, influenciado por factores internos y externos. Gálvez (2000) define las áreas de atención en la tutoría como ámbitos temáticos relacionados con el desarrollo del estudiante, distintos de las áreas curriculares. Se resalta la interdependencia de las áreas y la posibilidad de priorizar algunas según el ciclo, grado y aula. Se describe el rol del tutor en la coordinación con especialistas y profesores para brindar una atención integral al estudiante. La Oficina de Tutoría y Prevención Integral (2001) se cita para complementar la descripción del trabajo del tutor, que incluye la derivación de casos a especialistas y la coordinación con la comunidad educativa. Esta sección proporciona el fundamento teórico para la comprensión del objetivo de la tutoría como un proceso integral de acompañamiento y orientación del estudiante dentro de su contexto biopsicosocial.

El estudio utilizó un Cuestionario Docente con una escala sumativa de tipo Likert, considerada la más adecuada según Morales (1988). El cuestionario fue elaborado a partir de modelos de investigaciones previas sobre tutoría y la normativa del Ministerio de Educación, adaptándolo a las necesidades actuales. Su objetivo era describir los niveles actitudinales de los docentes en tres dimensiones de la tutoría: Personal Social, Vocacional y de Convivencia. El cuestionario abarcó las actitudes afectivas, cognitivas y conductuales, con asesoramiento y revisión por juicio de expertos para su validación. La aplicación se realizó de manera individual o colectiva, incentivando la respuesta a todos los ítems. El cuestionario incluyó preguntas cerradas (de acuerdo/en desacuerdo, sí/no) para facilitar su aplicación y análisis, siguiendo los principios de la escala Likert. Una prueba piloto con 30 docentes permitió establecer la validez y confiabilidad del instrumento, obteniendo un Alfa de Cronbach de 0.960, indicando alta confiabilidad a un nivel de significancia de 0.01. El cuestionario final constó de 60 ítems distribuidos en las tres dimensiones: 25 para la dimensión Personal Social, 15 para la Vocacional y 20 para la de Convivencia.

La muestra utilizada fue no probabilística de tipo disponible, compuesta por 80 docentes de educación primaria de la Red N° 5 del Callao, Perú. Se excluyeron docentes de educación inicial y secundaria. La selección consideró la experiencia docente y los niveles de enseñanza, así como el área geográfica de procedencia de las instituciones educativas. La muestra incluyó solo escuelas estatales de nivel primario pertenecientes a la Dirección Regional del Callao (DREC). El estudio se limitó a las instituciones educativas de la Red N° 5 del Callao, seleccionando 80 docentes de ambos sexos de siete instituciones educativas. La selección de la muestra no probabilística se justifica por la accesibilidad a los docentes dentro de la Red N°5 del Callao, que era el objetivo del estudio. Los criterios de selección, experiencia docente y nivel de enseñanza, se justifican por ser relevantes en el contexto de la tutoría. La selección de la Red N°5, se justifica por la conveniencia de acceso a los docentes y la representatividad de la misma dentro del Callao.

Los datos obtenidos en la prueba piloto fueron procesados con el programa SPSS versión 15.0 para determinar la validez y confiabilidad del cuestionario, resultando un alfa de Cronbach de 0.960, lo que confirma su alta confiabilidad. Luego de la validación, se aplicó el cuestionario a la muestra de 80 docentes de la Red N° 5 del Callao. La obtención de los permisos para aplicar el instrumento se logró mediante credenciales otorgadas por la universidad, con el apoyo de la Región y la DREC. El análisis de los resultados se centró en las puntuaciones medias obtenidas en cada dimensión de la tutoría (Personal Social, Vocacional y Convivencia), permitiendo describir los niveles de actitudes de los docentes hacia la tutoría. El análisis factorial se utilizó para identificar los factores importantes en los niveles de actitudes, considerando el promedio estándar y la distribución de contraste normal. Las puntuaciones medias obtenidas fueron 82.63 para la dimensión social, 48.18 para la vocacional y 65.65 para la de convivencia.

En la dimensión social, la mayoría de los docentes (82.63%) mostraron un nivel bajo de actitud positiva hacia la tutoría. Esto indica un desacuerdo con las exigencias de preparación y capacitación para la acción tutorial, reflejando despreocupación y cansancio. Un porcentaje menor (33.8%) obtuvo un nivel medio, mientras que solo el 2.5% presentó un nivel alto. Estos resultados sugieren una baja predisposición de los docentes a favorecer el desarrollo integral de los estudiantes en esta área, mostrando poca capacidad para crear un clima favorable que les permita enfrentar los desafíos de su crecimiento personal y social. Se evidencia una falta de compromiso y proactividad por parte de una significativa mayoría del profesorado en relación a la tutoría en el aspecto social, lo que implica la necesidad de intervenciones para mejorar este aspecto fundamental de la formación integral de los estudiantes.

Los resultados en la dimensión vocacional de la tutoría también fueron poco alentadores. Un 62.60% de los docentes obtuvo un nivel bajo, y el 37.5% un nivel medio, indicando que la mayoría no considera seriamente esta área de la tutoría, tratándola de manera superficial. Se destaca la falta de atención al desarrollo de los intereses y habilidades de los estudiantes desde temprana edad, limitando el potencial para la exploración de sus posibilidades y la construcción de una visión positiva del futuro. La baja puntuación en esta dimensión se podría atribuir a la poca priorización del proyecto de vida en la educación primaria, pero se subraya la necesidad de fomentar el conocimiento y el desarrollo de las capacidades de los niños para una perspectiva más optimista sobre su futuro. Esta falta de atención a la dimensión vocacional en la tutoría se considera un aspecto relevante que merece atención para lograr la formación integral de los estudiantes.

En la dimensión de convivencia, el 53.7% de los docentes alcanzó un nivel bajo de actitud positiva hacia la tutoría. Un 32.5% obtuvo un nivel medio, y solo el 3.8% un nivel alto. Estos datos muestran que la acción tutorial en esta dimensión no logra los niveles óptimos para el desarrollo integral de los estudiantes, reflejando indiferencia ante la necesidad de preparación y actualización en métodos y estrategias para mejorar las relaciones interpersonales. Se resalta la importancia de aprovechar las capacitaciones ofrecidas por el gobierno regional para mejorar la tutoría y contrarrestar problemas como la delincuencia, el consumo de drogas y el pandillismo, especialmente en el contexto del Callao. La baja puntuación en esta área sugiere la necesidad de una mayor inversión en la formación docente y en la implementación de estrategias efectivas para promover la convivencia armónica entre los estudiantes.

La discusión inicia señalando la importancia de la tutoría como apoyo fundamental para los estudiantes, ofreciendo orientación sistemática y guía permanente para su desarrollo integral. Se destaca su rol en el fortalecimiento de las relaciones familiares y socio-afectivas, cada vez más complejas en la sociedad actual. Sin embargo, los resultados muestran un nivel bajo de actitud positiva hacia la tutoría en la mayoría de los docentes de educación primaria de la Red N°5 del Callao. En la dimensión social, el 82.63% de los docentes obtuvo un nivel bajo, indicando desacuerdo con las exigencias de preparación y capacitación, mostrando despreocupación y cansancio. En la dimensión vocacional, el 62.60% mostró un nivel bajo, evidenciando una falta de seriedad en el abordaje de esta área crucial para el desarrollo del proyecto de vida del estudiante. Finalmente, en la dimensión de convivencia, el 53.7% de los docentes presentó una actitud negativa, reflejando una acción tutorial insuficiente para el desarrollo integral del alumnado. Estos resultados indican una necesidad urgente de intervenciones para mejorar las actitudes y prácticas de los docentes en relación a la tutoría.

Los resultados de la investigación se comparan con estudios previos realizados por Valdivia (2002), Delgado (2004), Chumacero (2004), Camacho y Chávez (2010), y Ramírez y Huamán (2010). Estos estudios coinciden en señalar la falta de elaboración y aplicación efectiva de la tutoría en la educación primaria, su carácter complementario a las áreas de estudio y la ausencia de un plan establecido que garantice el mejoramiento de aprendizajes o conductas. También se observa una convergencia con respecto a la necesidad de fomentar la práctica de valores y la implementación de estrategias educativas basadas en la formación de valores para superar la indisciplina y brindar orientación y acompañamiento adecuados a los alumnos. La investigación realizada por Astudillo (2009) en Ecuador, que propone el uso de las TICs para optimizar la relación tutor-estudiante, se presenta como una posible estrategia para fortalecer la tutoría en la Región Callao.

La investigación concluye que la mayoría de los docentes de educación primaria de la Red N° 5 del Callao presentan una actitud desfavorable e inadecuada frente a la tutoría en sus tres dimensiones (social, vocacional y convivencia). Este bajo nivel de actitud impide que la tutoría cumpla cabalmente su objetivo de contribuir a la formación integral de los estudiantes. Se resalta la necesidad de implementar programas de capacitación y actualización para los docentes, enfatizando la importancia de su preparación para asumir con responsabilidad su rol como tutores. Se sugiere la aplicación de métodos y estrategias que mejoren las relaciones entre estudiantes y docentes, así como la utilización de herramientas tecnológicas, como las TICs, para optimizar la relación tutor-estudiante y fortalecer el proceso de tutoría. Finalmente, se recomienda un trabajo comprometido por parte de los docentes para contribuir positivamente al crecimiento y madurez de sus estudiantes, previniendo conductas de riesgo y fomentando el desarrollo afectivo para obtener mejores resultados en la tutoría.