
Cambio climático y producción de uva en Ica
Información del documento
Autor | José Luis Prieto Medina |
Escuela | Universidad San Ignacio de Loyola, Facultad de Gastronomía, Turismo y Hotelería |
Especialidad | Gastronomía, Turismo y Hotelería |
Tipo de documento | Trabajo de investigación/Proyecto de grado |
Idioma | Spanish |
Formato | |
Tamaño | 1.54 MB |
Resumen
I.Impacto del Cambio Climático en la Producción de Uva y Pisco en Ica
Esta investigación analiza los efectos del cambio climático en la producción de uva y pisco en la región de Ica, Perú. Se centra en cómo variaciones en la temperatura, disminución de precipitaciones, incremento de CO2 y aumento de la aridez impactan la calidad, estacionalidad, aroma y rendimiento de la uva, afectando la gastronomía peruana. Estudios previos muestran cambios en la coloración, sobremaduración y disminución del rendimiento de la cosecha (Stanley, 2013; Watts, 2014). El crecimiento de la producción de pisco (con Denominación de Origen – DO) entre 2001 y 2012 fue de un promedio anual de 13.29%, con un aumento del 2000% en las exportaciones (Ávila, 2014, citando CONAPISCO, 2013). La investigación busca identificar los efectos principales y desarrollar soluciones de adaptabilidad y mitigación para el sector.
1. Introducción El problema del cambio climático en la agricultura y la gastronomía peruana
El documento comienza estableciendo la importancia de observar y comprender los efectos del cambio climático en la vida diaria. Se destacan los cambios climáticos más notorios: aumento de la temperatura, disminución de precipitaciones, incremento de CO2 y mayor aridez (Watts, 2014). Estos factores repercuten directamente en la actividad agrícola, base fundamental de la gastronomía peruana. El estudio se centra en los efectos del cambio climático en la producción de uva, un cultivo crucial para la gastronomía y la economía del país, particularmente en la región de Ica. Se menciona el impacto en la calidad (sabor, aroma, coloración), estacionalidad y el rendimiento de la cosecha, con estudios previos que señalan cambios en la coloración de la uva, sobremaduración y alteraciones en el aroma (Stanley, 2013). La investigación busca no solo exponer estas variaciones, sino también proponer soluciones para la adaptación y mitigación del cambio climático, fomentando la conciencia social sobre la contaminación ambiental como un problema crucial para la humanidad. Se menciona la posibilidad de revalorizar residuos, analizando el ciclo de vida para lograr una sostenibilidad ambiental, como la obtención de fibras de celulosa para la producción de plásticos a partir de desechos de la producción de vino.
2. El impacto del cambio climático en la producción de uva y pisco en Ica
La investigación se enfoca en las variaciones en la producción de uva en Ica, sus causas climáticas y el desarrollo de soluciones para un mercado en crecimiento. Se menciona la adaptabilidad como una recomendación clave en la literatura revisada, destacando el trabajo de Dean (2013) sobre la adaptación de la vid en la región de Victoria, Australia. El estudio de Martínez (2014) sobre los efectos de la radiación ultravioleta en la fisiología de la vid y la composición de la baya, incluyendo la inducción con déficit hídrico, alto CO2 y altas temperaturas, sirve como referencia. Se enfatiza la relevancia del pisco, bebida bandera de Perú, y se citan datos sobre su crecimiento en producción y exportación entre 2001 y 2012: un aumento promedio anual de 13.29% en la producción y un incremento del 2000% en las exportaciones, aunque estas representaban solo el 8% de la producción total en 2012 (Ávila, 2014, citando CONAPISCO, 2013). El pisco peruano tiene Denominación de Origen (DO), con regiones productoras exclusivas (Arequipa, Ica, Lima, Moquegua y Tacna), mostrando un gran crecimiento en las certificaciones de DO y marcas registradas entre el 2000 y 2014.
3. Factores climáticos y sus efectos en la vid Temperatura agua y CO2
Se analiza la influencia de la temperatura, disponibilidad de agua y horas luz en el ciclo fenológico de la uva. Armas (2014) destaca que las zonas septentrionales se beneficiarían del aumento de temperatura, mientras que las zonas meridionales sufrirían por la disminución de precipitaciones y maduración anticipada. Se detalla el aumento de la temperatura en los últimos años, con proyecciones de un incremento de 2 a 3°C en 50 años o incluso 4.8°C con una concentración de 700 ppm de CO2 (IPCC, 2013). Un aumento de 1°C adelanta los ciclos fenológicos entre 5 a 10 días. El SENAMHI menciona que las regiones de mayor altitud se volverán más cálidas, afectando los glaciares, principal fuente de agua en Perú. Armas (2014) sugiere modificar métodos de cultivo (poda, orientación de la parra) como medidas de mitigación. Se mencionan opciones más drásticas, como trasladar viñedos a zonas con clima más favorable o sustituir variedades de uva por otras más adaptables (Martínez, 2015; Cavazos, 2014). El control constante de la región productora a través de estaciones climatológicas se presenta como una medida de prevención y mitigación (Cavazos, 2014).
II.Principales Efectos del Cambio Climático en la Vid
El aumento de la temperatura, principal efecto del cambio climático, acorta el ciclo de desarrollo de la vid, reduciendo el rendimiento y afectando la calidad de la uva. Esto se observa en una menor concentración de azúcares y acidez, impactando el aroma y sabor. La mayor evapotranspiración incrementa la necesidad hídrica, agravada por la escasez de agua en Ica (70% de viñedos usan riego por inundación, propenso a plagas). Armas (2014) señala que zonas septentrionales podrían beneficiarse, mientras que las meridionales se verán perjudicadas por la disminución de precipitaciones y maduración anticipada. El aumento de fenómenos climáticos extremos también causa daños significativos.
1. El Acortamiento del Ciclo de Desarrollo de la Vid
El principal efecto del cambio climático en la producción de uva es el acortamiento del ciclo de desarrollo de la vid. Este efecto, según la información proporcionada por Cáceres (citando datos de la estación meteorológica San Camilo en Ica y proyecciones de la Agencia Meteorológica Japonesa), se debe principalmente al aumento de la temperatura. Este aumento en la temperatura reduce la duración del desarrollo fenológico, lo que impacta directamente en el desarrollo del fruto, su composición, y su rendimiento final. A corto plazo se proyecta una reducción de 8 días, mientras que a largo plazo, según modelos simulados, esta disminución podría alcanzar los 40 días. La reducción del ciclo fenológico afecta diversas etapas de desarrollo de la uva, incluyendo la madurez y la concentración de azúcares, y reduce la acidez del fruto. Es importante resaltar que la concentración de azúcar no debe sobrepasar los 25°Bx para evitar la deshidratación de la uva y la pérdida de aromas característicos. Cada variedad de uva tiene sus propias necesidades y tiempos de desarrollo, por lo que las variaciones climáticas tendrán una influencia particular en cada una de ellas; por ejemplo las uvas pisqueras tienen un ciclo vegetativo más largo que las uvas de mesa.
2. Incremento de la Necesidad Hídrica y Problemas de Riego
El aumento de la temperatura incrementa la evapotranspiración, lo que resulta en una mayor necesidad hídrica de la vid. Esta situación se agrava en la región de Ica debido a la escasez de agua. El 70% de los viñedos en la región utilizan sistemas de riego por inundación o sumersión, un método que promueve la formación de filoxera, una plaga que podría obligar al uso de pesticidas. La escasez hídrica combinada con los métodos de riego tradicionales genera un problema importante para la viticultura en la región, afectando la producción y la calidad de la uva. La mayor necesidad hídrica, sumada a la escasez de agua, crea una situación crítica que requiere atención urgente para asegurar la viabilidad del cultivo de uva en Ica a largo plazo. Este factor, junto con el acortamiento del ciclo de desarrollo, incide notablemente en el rendimiento y calidad final de la cosecha.
3. Disminución del Rendimiento y Pérdida de Calidad
El cambio climático impacta negativamente el rendimiento de la producción de uva. En años con el fenómeno del Niño, se observa una disminución significativa, incluso la pérdida total de cultivos en algunas zonas. Esto se manifiesta en dos aspectos: una menor cantidad de bayas por racimo y una disminución del volumen de cada baya, debido a una reducción de la pulpa y un aumento del hollejo. Los productores anticipan una afectación económica debido a la posible baja de precios o disminución de las ventas por problemas de calidad. Estos efectos, que incluyen la disminución del rendimiento de la cosecha y variaciones en la calidad del producto final, son similares a los que se observan en otros cultivos agrícolas. La posible pérdida de especies cultivadas y la necesidad de reemplazarlas por otras más adaptables al nuevo clima se presentan como una consecuencia drástica del cambio climático.
III.Medidas de Adaptabilidad y Mitigación
La investigación explora varias estrategias de adaptabilidad, incluyendo la modificación de métodos de cultivo (poda, orientación de la parra), el traslado de viñedos a zonas de mayor altitud (con mayor exposición a rayos UV-B), y la sustitución de variedades de uva (Martínez, 2014; Dean, 2013; Cavazos, 2012, 2014). Medidas de mitigación incluyen el control de emisiones de GEI, la implementación de estaciones climatológicas para monitoreo constante, la construcción de centros de recarga pluvial, y la promoción de la sostenibilidad ambiental. Se propone también el seguimiento de la huella de carbono en toda la cadena productiva (Armas, 2014).
1. Adaptación a través de modificaciones en los métodos de cultivo
El documento propone diversas medidas de adaptación para mitigar los efectos del cambio climático en la producción de uva. Una estrategia clave consiste en modificar los métodos de cultivo de la vid. Armas (2014) sugiere cambios como la forma de poda y la orientación de la parra para optimizar el desarrollo de la planta frente a las nuevas condiciones climáticas. Estas modificaciones buscan mejorar la resistencia de la vid a las altas temperaturas, la disminución de precipitaciones y la escasez de agua. Aunque estas medidas son importantes, se reconoce que pueden ser insuficientes para contrarrestar completamente los impactos del cambio climático, y se plantean soluciones más drásticas para asegurar la producción.
2. Adaptación mediante el traslado de viñedos y sustitución de variedades
Como medidas de adaptación más drásticas, el texto menciona la posibilidad de trasladar los viñedos a zonas con un clima más favorable para la producción de uva. Esto implica un cambio significativo en la ubicación geográfica de los cultivos, buscando zonas de mayor altitud con temperaturas más cálidas. Sin embargo, se advierte que, a mayor altitud, existe una mayor influencia de los rayos UV-B, que puede afectar la planta (Armas, 2014; Cavazos, 2012). Otra opción drástica es la sustitución de las variedades de uva actualmente cultivadas por otras con una mayor capacidad de adaptación al nuevo escenario eco-geográfico (Martínez, 2015; Cavazos, 2014). Esta decisión requiere una evaluación cuidadosa de las diferentes variedades, considerando su rendimiento, calidad y adaptabilidad a las nuevas condiciones climáticas.
3. Medidas de Mitigación y Sostenibilidad Ambiental
Además de las medidas de adaptación, el documento destaca la importancia de las acciones de mitigación para disminuir la contaminación ambiental, principal causa del cambio climático. Se propone un monitoreo constante de la región productora a través de estaciones climatológicas (Cavazos, 2014) para un control perenne del comportamiento climático. Se recomiendan medidas como la construcción de centros de recarga pluvial para paliar la escasez de agua, la promoción de la sostenibilidad de los entes y actores productivos de vid y el control de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en los procesos de producción de uva y elaboración de pisco y vino. Se menciona la existencia de normas internacionales para la verificación y control de la huella de carbono, desarrolladas por la Comisión Europea y la Organización Internacional de Estandarización (ISO) (Armas, 2014). La implementación de estas medidas contribuirá a disminuir el impacto ambiental y a mejorar la sostenibilidad del sector vitivinícola.
IV.Impacto en la Gastronomía Peruana y el Futuro
El impacto en la gastronomía peruana es debatido. Si bien la uva representa solo un 0.65% de la producción agrícola nacional (INEI, 2015), su importancia en la producción de pisco (bebida bandera) es significativa. La disminución en el rendimiento de la cosecha afectaría la oferta de uva y pisco, impactando los mercados nacional e internacional. La falta de investigación científica, la escasez de agua, y el aumento de eventos climáticos extremos ponen en riesgo la producción. Se destaca la necesidad de una mayor concientización social y acciones de las autoridades peruanas para asegurar la sostenibilidad del sector y proteger la herencia cultural vinculada a la uva y el pisco.
1. La Discusión sobre el Impacto en la Gastronomía Peruana
El documento analiza el impacto del cambio climático en la gastronomía peruana, específicamente en relación a la producción de uva y sus derivados, como el pisco. Se presenta una discusión sobre la relevancia de la uva en la gastronomía nacional, señalando que su influencia es limitada debido al bajo consumo directo de la fruta y su utilización principalmente en la elaboración de pisco y algunos cócteles. Si bien el pisco es reconocido como una bebida bandera del Perú, el consumo de uva fresca es relativamente bajo, y su uso en la gastronomía se limita a ciertas regiones costeras. A pesar de esta limitada influencia directa, se argumenta que la disminución en la producción de uva, debido al cambio climático, sí tendría un impacto significativo en el sector gastronómico, principalmente a través de la afectación de la producción de pisco, considerando el crecimiento de las exportaciones y el consumo per cápita de esta bebida.
2. Consecuencias del Cambio Climático en la Producción y la Gastronomía
La disminución en el rendimiento de los cultivos de uva, producto del cambio climático, tendría consecuencias negativas para la gastronomía peruana. Se proyecta una disminución de la oferta de uva y sus derivados (pisco y vino), lo que afectaría la calidad de estos productos e impediría cumplir con los estándares nacionales e internacionales. El crecimiento de las exportaciones de pisco y uva, así como el aumento del consumo per cápita de pisco, hacen que la reducción en el rendimiento sea particularmente preocupante. La disminución de la oferta podría llevar a ser reemplazados por competidores internacionales, perdiendo mercados conquistados con gran esfuerzo e inversión. Además de la reducción de la oferta, el aumento de los precios debido a la escasez y los problemas en el transporte de los productos agrícolas por fenómenos climáticos (huaycos) impactarán negativamente a todos los actores gastronómicos.
3. Responsabilidad del Estado y el Sector Privado Acciones Futuras
Se identifica al Estado y al sector privado como los principales actores responsables de combatir los efectos del cambio climático en la producción de uva. Sin embargo, se observa una percepción de desinterés por parte del Estado, mientras que el sector privado sí está realizando esfuerzos para contrarrestar los efectos adversos, como se evidencia en las declaraciones de algunos productores (Tacama, Vista Alegre y Viñas de Oro). Se destaca la importancia de la investigación científica para comprender los efectos del cambio climático y desarrollar estrategias de adaptación y mitigación. Para impulsar la producción de uva y el estudio de sus problemas, se propone promover el consumo de este producto y sus derivados a través de su mayor inclusión en la gastronomía nacional. Para mitigar los efectos del cambio climático, se sugiere la implementación de políticas de seguimiento de la huella de carbono, una estrategia eficiente a nivel internacional, pero con una falta de interés notable a nivel nacional. Finalmente, se enfatiza la necesidad de una investigación científica que corrobore las percepciones empíricas recopiladas para una toma de decisiones más certera en el manejo del cultivo de la vid frente al cambio climático.