Proyecto Educativo EOI Málaga 2020/21

El proceso de enseñanza-aprendizaje se centra en el desarrollo de actividades lingüísticas que incluyen la comprensión de textos orales y escritos, la producción y coproducción de textos orales y escritos, y la mediación. El objetivo principal es capacitar al alumnado para expresarse y comprender a sus interlocutores en el idioma extranjero. Para lograr esto, se utilizan estrategias de enseñanza-aprendizaje que se aplican y revisan constantemente. Se busca fomentar una creciente autonomía en el aprendizaje a través de una gran diversidad de medios bibliográficos y tecnológicos, así como recursos informáticos. El propio alumnado también contribuye, proporcionando y descubriendo fuentes útiles para la práctica del idioma, que el profesorado comparte con los grupos a través de plataformas online. Este enfoque pedagógico busca crear un intercambio enriquecedor para profesores y alumnos.

La EOI de Málaga ofrece cursos estructurados en diferentes niveles de competencia lingüística, siguiendo las directrices del Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas (MCER). Se mencionan explícitamente los niveles Intermedio B1 y B2, y Avanzado C2. Desde el curso 2011/12, las pruebas de certificación se han unificado en los niveles B1 y B2, y C1 (inglés, francés y alemán). Se espera la incorporación del nivel C2 en inglés para el curso 2020/21. Estas pruebas, elaboradas por una comisión de la Consejería de Educación, son únicas para todas las Escuelas Oficiales de Idiomas de la comunidad autónoma, con el objetivo de unificar los niveles de competencia. Cabe destacar que para los idiomas ruso, griego, chino y japonés, no existen estas pruebas estandarizadas, ya que en el contexto andaluz se imparten exclusivamente en la EOI de Málaga.

El programa detalla las competencias que los alumnos deben adquirir en los niveles Intermedio B1 y B2. Para el nivel B1, se enfatiza la capacidad de comprender textos orales breves y sencillos, producir textos orales breves en situaciones cotidianas, y realizar actividades de mediación sencillas, como transmitir información de una fuente a otra. En el nivel B2, se espera una mayor fluidez y precisión en la comunicación oral y escrita, incluyendo la capacidad de comprender textos orales y escritos más extensos y complejos, participar en conversaciones formales e informales, hacer presentaciones y llevar a cabo actividades de mediación más elaboradas. El objetivo es que el alumno pueda utilizar el idioma con relativa facilidad y corrección en situaciones cotidianas y menos habituales en los ámbitos personal, público, educativo y ocupacional.

El nivel Avanzado C2 tiene como objetivo capacitar al alumnado para comunicarse con total fluidez y precisión en situaciones de alta complejidad en diversos ámbitos (personal, público, académico y profesional). Se espera que el alumno pueda comprender textos orales y escritos extensos y complejos, producidos en vivo o retransmitidos, independientemente del canal o acento, incluso en ambientes con ruido. También debe ser capaz de producir textos orales y escritos extensos, detallados y formalmente correctos, adaptando el estilo y el registro a cada contexto, con una gran flexibilidad en el uso del lenguaje. Se incluye la capacidad de participar en debates y conversaciones formales sobre temas complejos, y realizar tareas de mediación de alta dificultad, incluyendo interpretación consecutiva en contextos profesionales.

La metodología de enseñanza se caracteriza por el uso diverso de recursos bibliográficos y tecnológicos, incluyendo plataformas informáticas para facilitar el aprendizaje autónomo del alumnado. El profesorado pone a disposición una amplia gama de materiales, pero también se fomenta la búsqueda y el descubrimiento de recursos adicionales por parte de los propios estudiantes. Estos recursos, una vez revisados por los profesores, se pueden compartir con el resto del grupo a través de las plataformas digitales. El objetivo es potenciar la autonomía del estudiante en su proceso de aprendizaje, promoviendo un intercambio pedagógico enriquecedor entre profesores y alumnos. La constante aplicación y revisión de las estrategias de enseñanza-aprendizaje aseguran la adaptación a las necesidades del alumnado.

Al comienzo del curso, los tutores entregan a sus alumnos una parrilla con los criterios de evaluación y los descriptores de las destrezas de expresión oral y escrita, tanto para cursos que conducen a certificación como para los que no. Esta herramienta permite al alumno un seguimiento de su evolución a lo largo del curso, registrando sus calificaciones parciales y controlando los resultados de las pruebas de comprensión oral y escrita. Los descriptores ayudan al alumno a identificar áreas donde necesita un mayor esfuerzo. Además, al final de cada unidad didáctica, se invita a los alumnos a realizar una autoevaluación de sus habilidades en el idioma, utilizando tablas o cuadros elaborados por los departamentos o incluidos en los libros de texto. Este sistema de evaluación integral pretende proporcionar una visión completa del progreso del alumno.

La EOI de Málaga contempla la necesidad de adaptaciones para alumnos con discapacidad. Para ello, se establece un procedimiento que comienza con la declaración de la discapacidad y su grado en el impreso de solicitud de admisión. Posteriormente, el alumno debe solicitar las adaptaciones necesarias hasta el 15 de noviembre, utilizando el Anexo A, que le proporcionará su tutor. La solicitud se evalúa en una reunión entre el tutor y el Departamento de Orientación, Formación, Evaluación e Innovación Educativa (DOFEIE), quienes pueden solicitar documentación adicional al alumno. Se formulará una propuesta de adaptación teniendo en cuenta las necesidades individuales. La Consejería de Educación establece un protocolo específico para las adaptaciones en las pruebas de certificación, que el director del centro debe remitir a la Dirección General de Ordenación Educativa para su autorización antes del 29 de abril.

En caso de ausencia del tutor, el alumnado será atendido por el profesorado de guardia durante los primeros diez días lectivos. Durante este periodo, los alumnos podrán utilizar la biblioteca del centro, que cuenta con abundante material didáctico bibliográfico y audiovisual en todos los idiomas impartidos. Si la disponibilidad del profesor de guardia lo permite, también podrán utilizar el aula. Si un tutor puede predecir su ausencia prolongada, y su estado de salud se lo permite, preparará material para los días lectivos hasta la llegada del profesor sustituto. Si la ausencia se prolonga más allá de los diez días y no hay sustituto, el alumnado podrá seguir utilizando la biblioteca.

Las faltas injustificadas de asistencia se controlan y pueden ser sancionadas. Se establece un límite de tres faltas injustificadas por cada diez sesiones (aproximadamente un mes). Si la tasa de faltas injustificadas supera el 30% y se repite durante al menos un trimestre, el tutor, previo acuerdo con su departamento, puede imponer una sanción. Esta sanción, según el artículo 38 del Decreto 15/2012 de 7 de febrero, puede ser la pérdida de escolaridad. En caso de faltas injustificadas, pero menores al 30%, se puede exceptuar la suspensión del derecho de asistencia al centro por un máximo de tres días lectivos, siempre y cuando el alumno realice actividades formativas determinadas por su tutor para evitar la interrupción de su proceso formativo. Esta suspensión la impone la dirección del centro, previamente informada por el tutor, informando también a la comisión de convivencia y a los padres o tutores legales si el alumno es menor de edad.

Para conductas gravemente perjudiciales para la convivencia, la dirección del centro puede imponer medidas disciplinarias. Una de estas medidas puede consistir en la realización de tareas fuera del horario lectivo para mejorar las actividades del centro o reparar daños causados en instalaciones, recursos materiales o documentos. El alumno o alumna, o sus padres/tutores legales, asumirán el coste de las reparaciones y la responsabilidad civil, según las leyes. Adicionalmente, faltas injustificadas de más del 30% en un trimestre, pueden conllevar a la perdida de escolaridad según lo establecido en el artículo 38 del Decreto 15/2012.