Estrategia Didáctica y Rendimiento Académico

El documento inicia estableciendo el rendimiento académico como un factor crucial en la vida escolar. Se destaca que a diario se implementan diversas estrategias para mejorarlo, asociándolo con la retención de conocimientos para exámenes, principalmente escritos. Se resalta la omisión de la educación física como herramienta para mejorar el desarrollo cognitivo infantil. El artículo propone, por tanto, una descripción teórica para el desarrollo de una estrategia didáctica que mejore el rendimiento académico mediante la actividad física, con el objetivo añadido de fortalecer la memoria. Esta propuesta surge de la necesidad de explorar alternativas más allá de las estrategias convencionales, reconociendo la importancia de un aprendizaje integral que incluya la actividad física en el proceso de aprendizaje.

Se plantea la interrogante central sobre el impacto de la actividad física en el desarrollo de los estudiantes, particularmente en relación con la adquisición y consolidación de herramientas para la construcción de estrategias de aprendizaje, tanto conscientes como inconscientes. Estas preguntas se enmarcan dentro del ámbito pedagógico, curricular y, en este caso específico, didáctico. El documento presenta preguntas clave que guían la investigación: ¿Se puede diseñar una estrategia a partir de la actividad física para fortalecer la memoria? ¿Los bajos niveles de actividad física tienen repercusiones en la memoria? ¿Inciden las actividades físicas en la memoria y el rendimiento académico de los estudiantes? Esta investigación se enfoca en el Colegio Liceo San Cayetano de Bosa, donde se evidencia un bajo rendimiento académico durante los últimos dos años, careciendo de estrategias para mejorar las prácticas de enseñanza.

Se revisan investigaciones previas, como la de Tenorio (2017), que analizó la relación entre la actividad física y el rendimiento académico en adolescentes durante cuatro años, empleando metodologías transversales y longitudinales. Si bien el estudio de Tenorio no ofrece una respuesta definitiva sobre si la actividad física mejora directamente el rendimiento académico, sí indica una relación positiva entre la actividad física recomendada y un mejor rendimiento y calidad de vida. Otros estudios mencionados, aunque con diferentes metodologías (cuasiexperimental), presentan resultados contradictorios respecto a la influencia directa de la actividad física en el rendimiento académico. Se resalta la necesidad de considerar variables individuales de los estudiantes para la implementación de estrategias de actividad física. La tesis doctoral de Tenorio concluye que la relación entre las variables es compleja y que surgen más variables que soluciones específicas, evidenciando la complejidad del tema y la necesidad de mayor investigación.

El trabajo de Martínez (2016) indica que la actividad física tiene una influencia positiva en los procesos cognitivos y el rendimiento académico, aunque sus efectos podrían ser a largo plazo. Se citan investigaciones de Hillman, Erickson y Kramer (Be Smart, exercise your heart), y Riquelme et al. (2013), que demuestran la relación entre actividad física y desarrollo de capacidades cognitivas, incluso un aumento del volumen del hipocampo tras un programa de ejercicio aeróbico. Se describe otra tesis doctoral que analiza los efectos de dos modalidades de actividad física en niños en edad escolar, buscando mejorar las prácticas extracurriculares y observar su influencia en el rendimiento académico. Diversas investigaciones apuntan a una estrecha relación entre la actividad física y el desarrollo cognitivo, especialmente en niños y adolescentes, aunque se necesita mayor investigación para determinar la incidencia directa de la actividad física en el aumento del rendimiento académico. La actividad física extraescolar se muestra como un factor positivo en la mejora de la atención, salud y reducción del sedentarismo.

La investigación utiliza un enfoque cualitativo, reflejado en la metodología del proceso de investigación formativa. Este enfoque permite la observación de diferentes puntos de vista de autores e investigadores, construyendo una base teórica para abordar la problemática del bajo rendimiento académico y la relación entre actividad física y memoria. Se emplea un diseño bibliográfico, que facilita el análisis de datos dispersos e incluye varios fenómenos que aportan al trabajo investigativo. Si bien este diseño ofrece acceso a una amplia información, el documento advierte sobre la necesidad de verificar la procedencia de los datos, asegurar su validez y detectar posibles incongruencias o contradicciones entre fuentes para evitar conclusiones erróneas basadas en información falsa o defectuosamente procesada. El análisis bibliográfico permite una teorización más profunda sobre la relación entre la actividad física, la memoria y el rendimiento académico, apoyando el desarrollo de una estrategia didáctica efectiva.

El estudio se clasifica como descriptivo, según la definición de Hernández, Fernández Collado y Baptista (2014) y Behar (2008). Busca especificar las propiedades y características del fenómeno estudiado – la relación entre actividad física y rendimiento académico – a través de la medición de sus atributos. Se busca describir con precisión el fenómeno analizado, recogiendo información relevante para comprender la influencia de la actividad física en el desarrollo cognitivo y el rendimiento académico. El documento justifica este enfoque descriptivo mediante la mención de investigaciones previas (Hillman et al., 2009; Sibley y Etnier, 2003; Rasberry et al., 2011) que han explorado la relación entre capacidad cognitiva y actividad física, demostrando una relación directamente proporcional. Sin embargo, para entender la incidencia directa en el aumento del nivel académico se necesita profundizar en la relación mente-cuerpo, tema estudiado desde la antigüedad hasta la actualidad, con investigaciones más relevantes desde los años 90.

Se describe la didáctica como herramienta facilitadora de la investigación, organizando y favoreciendo el aprendizaje a través de estrategias didácticas que buscan solucionar problemas en el contexto escolar y mejorar el rendimiento académico. El estudio analiza la relación entre la actividad física y la memoria, basándose en la clasificación de Ballesteros (2017) de los sistemas de memoria (memoria de trabajo, episódica y semántica). La relación entre actividad física y memoria se explica a través de la perspectiva de Portellanos (2005), que describe la función de la memoria en áreas cognitivas, involucrando procesos de codificación, consolidación, retención, almacenamiento, recuperación y evocación de información. Se detalla cómo la actividad física se convierte en un medio para fortalecer la memoria a corto y largo plazo, mejorando la retención de información a través del tiempo, y favoreciendo la formación integral de los individuos. La investigación considera los hallazgos de Lardon & Polich (1996), Riquelme et al. (2013), Ide & Secher (2000), Ogoh & Ainslie (2009) y Tamayo-Orrego & Duque-Parra (2007) sobre la relación entre actividad física y memoria.

El documento subraya la importancia fundamental de la memoria para la capacidad de percibir, aprender, pensar y expresar ideas. Se cita a Kundera (2015) quien afirma que sin recuerdos, la identidad personal y el sentido de la vida se perderían. Se distinguen dos modalidades de conservación de información según el tiempo: memoria a corto plazo y memoria a largo plazo (Portellano, 2005). Se describe la memoria procedimental, relacionada con las habilidades motoras y cognitivas, destacando su resistencia al olvido y su importancia en el aprendizaje automático de comportamientos. Se mencionan también otros sistemas de memoria, como la memoria que relaciona palabras y objetos con sus componentes físicos (evaluada mediante pruebas indirectas como la compleción de fragmentos de palabras y dibujos, según Ballesteros, 2017), la memoria de trabajo, responsable del almacenamiento temporal de información para tareas cognitivas, y la memoria procedimental, considerada la más antigua evolutivamente y esencial para asociaciones básicas, aprendizaje motor y habilidades cognitivas simples (Ballesteros, 2017).

Se analiza la relación entre la actividad física (AF) y la memoria, señalando que investigaciones a menudo tratan estas variables de forma independiente. Sin embargo, se cita a Martínez (2006) quien resalta la interrelación continua entre la recolección de datos y su categorización e interpretación, indicando que la mente no sigue una secuencia temporal rígida. Se introduce la idea de que la actividad física influye en la función de la memoria en diferentes áreas cognitivas, permitiendo la codificación, consolidación, retención, almacenamiento, recuperación y evocación de información (Portellanos, 2005). La actividad física se presenta como un medio para la formación de los sujetos, fortaleciendo la memoria a corto y largo plazo, mejorando la capacidad de retener información durante periodos prolongados. Se mencionan estudios que muestran que la actividad física regular produce adaptaciones en las ondas cerebrales (Lardon & Polich, 1996) y es un factor desencadenante para el desarrollo de nuevas neuronas y conexiones, generando un ambiente fisiológicamente apto (Riquelme et al., 2013). La evidencia científica-médica muestra una estrecha relación entre la AF y la memoria, destacando el aumento de la proteína BNDF, la actividad de las ondas cerebrales y la vascularización cerebral (Riquelme et al., 2013).

Se menciona la falta de consenso en la intensidad y tipo de actividad física ideal para mejorar la memoria. Se describen las pausas activas (5-30 minutos) como una opción dentro de la jornada escolar, implicando activación cardiovascular, estiramiento muscular e interacción física (González et al., 2020). Se subraya que, más allá de las investigaciones citadas, la actividad física como activador del desarrollo de la memoria requiere la práctica de otras actividades deportivas complementarias, combinadas con ejercicios aeróbicos y cognitivos (Suarez et al., 2018). Se hace referencia a una recopilación de estudios científicos y experimentos (Suarez et al.) que sintetizan investigaciones sobre actividades físicas enfocadas al desarrollo de la memoria. Se destaca que en ninguno de los estudios se evidenciaron efectos adversos en los estudiantes producto de la actividad física realizada. Se concluye que, aunque la relación entre actividad física y desarrollo de la memoria está probada, la variedad de técnicas y medios utilizados por los investigadores demuestra la necesidad de mayores investigaciones para llegar a un consenso sobre un método único y estandarizado.

El artículo presenta la didáctica como un elemento fundamental para el diseño de una estrategia que integre la actividad física y mejore el rendimiento académico. Se describe la didáctica como la disciplina que reúne las metodologías que mejoran la enseñanza, abarcando un amplio cuerpo de conocimientos, teorías y prácticas sobre los procesos de enseñanza-aprendizaje. Se citan autores como Medina Rivilla et al. (2009) y Segovia y Pérez Ferra (2015) quienes destacan la importancia de la didáctica para identificar y solucionar problemas educativos. Se menciona la existencia de dos tipos de didáctica: la general y la específica (Camilloni, 2007), las cuales se complementan. La didáctica se presenta como esencial para planificar e incorporar nuevas metodologías y crear teorías a partir de las prácticas de enseñanza, evitando la improvisación. En este contexto, se adopta una visión constructivista sociocultural, considerando la interacción profesor-alumno-contenido (Díaz Barriga, 2006). La actividad física se propone como un medio para implementar una estrategia didáctica que fortalezca la memoria y mejore los resultados académicos; la didáctica proporciona las herramientas para organizar y encontrar las estrategias, técnicas y métodos adecuados.

Se plantea la necesidad de diseñar una estrategia didáctica que integre la memoria y la actividad física para mejorar el rendimiento académico. El documento explora los elementos básicos a considerar en este diseño, destacando la importancia de una visión integradora que involucre tanto al profesor como al alumno en la construcción del aprendizaje. Se busca que la actividad física actúe como activador cognitivo dentro de la jornada escolar, preparando al estudiante para recibir las orientaciones docentes. Se mencionan los diferentes tipos de memoria, de acuerdo a Ballesteros (2017), que se pretende fortalecer a través de la estrategia didáctica: la memoria de trabajo (mantener y almacenar datos para tareas cognitivas), la memoria episódica (guardar información del contexto) y la memoria semántica (almacenamiento ilimitado de conocimientos generales). La investigación busca encontrar nuevas maneras de facilitar el proceso de enseñanza, utilizando la actividad física como herramienta principal dentro de una estrategia didáctica bien planificada.

Se mencionan ejemplos de programas de actividad física que podrían servir como base para la estrategia didáctica propuesta: el Fitnessgram y FitKids. El Fitnessgram (The Cooper Institute, 2012), utilizado en la investigación de Kwak et al. (2009), permite medir la aptitud física de los estudiantes en aspectos como capacidad aeróbica, composición corporal, fuerza, resistencia y flexibilidad. Por otro lado, el programa FitKids, descrito en el estudio de Castelli et al. (2015), combina gimnasia, danza y acrobacia como sistema de entrenamiento físico para niños y adolescentes. La investigación resalta la necesidad de actividades sencillas de implementar, flexibles y de bajo coste, que puedan ser integradas en la jornada escolar sin grandes alteraciones logísticas. Se concluye que se necesita seguir investigando para lograr una estandarización en la aplicación de ejercicios físicos enfocados al desarrollo cognitivo, con actividades físicas moderadas dentro del entorno escolar, proponiendo actividades físicas moderadas dentro del entorno escolar.

Las investigaciones revisadas demuestran la relación entre la actividad física, la memoria y el rendimiento académico, aunque no existe un consenso sobre ejercicios específicos o una unidad didáctica única para mejorar los tres sistemas de memoria (memoria de trabajo, episódica y semántica) en niños y adolescentes. La revisión bibliográfica, basada en la recopilación de estudios de Tenorio (2017), muestra una fuerte evidencia científica sobre la relación entre actividad física y desarrollo de la memoria. A pesar de la variedad de técnicas y métodos usados para medir esta relación, la evidencia es concluyente. Sin embargo, la heterogeneidad de las investigaciones indica que no hay un método único o estándar de ejercicios físicos para mejorar el rendimiento académico. La investigación de Tenorio (2017) destaca la importancia de métodos objetivos para medir el rendimiento académico (calificaciones) y la actividad física (acelerómetros), analizando 6 estudios que cumplen este criterio. Uno de estos estudios presenta ejercicios con impacto positivo en el rendimiento académico que serían aplicables en el Colegio Liceo San Cayetano.

Se recomienda implementar un sistema de ejercicios físicos basado en pausas activas entre clases, con actividad física moderada durante la jornada escolar, como primer paso para mejorar la educación y el desarrollo de capacidades intelectuales. Se enfatiza la necesidad de futuras investigaciones para obtener conclusiones más certeras sobre la relación entre actividad física y desarrollo de la memoria. Se citan los ejercicios del Fitnessgram como una opción sencilla y aplicable en las clases, sin requerir una inversión logística significativa. También se propone el sistema de ejercicios FitKids (Castelli et al., 2015), que combina gimnasia, danza y acrobacia. La investigación de Kwak et al. (2009) se menciona como base para evaluar objetivamente la aptitud física de los estudiantes usando el Fitnessgram. Se concluye que, aunque existe una conexión real entre ejercicios físicos y desarrollo cognitivo, se necesitan más investigaciones para desarrollar un plan de ejercicios que garantice el desarrollo cognitivo de los estudiantes. La propuesta es iniciar con programas de AF sencillos, flexibles y de bajo costo, complementándolos con investigación más profunda.