Evaluación de la Calidad de la Educación Superior

El documento analiza la decisión de implementar un Sistema de Gestión de la Calidad (SGC) en universidades, destacando que esta decisión no es trivial. Se exponen las principales preguntas a considerar: ¿por qué una universidad, tradicionalmente autoevaluada, necesita un SGC? ¿Qué modelo de SGC es el adecuado para la universidad? ¿Cuál es el alcance del SGC en la institución? Se enfatiza que el éxito del proyecto depende en gran medida de la respuesta a estas preguntas clave. Después de determinar los motivos, el modelo y el alcance, el documento describe las etapas de documentación, implementación y selección de la entidad certificadora, subrayando que estas decisiones se toman en función de las circunstancias y necesidades de cada universidad.

El artículo expone tres motivos principales que impulsan a las universidades a adoptar SGC. En primer lugar, la presión social para que las universidades formen profesionales con las competencias requeridas por el mercado laboral, lo que demanda un SGC como herramienta de gestión de procesos. Segundo, la necesidad de normalizar y regular las actividades universitarias para optimizar los procesos y facilitar la integración al Espacio Europeo de Educación Superior. Tercero, la posibilidad de obtener incentivos económicos por parte de instituciones como la Junta de Andalucía, donde las unidades certificadas con un SGC reciben complementos económicos. El documento concluye que estas motivaciones, aunque diferentes en origen, convergen en la necesidad de que las universidades se gestionen de manera más eficiente y transparente.

Se presenta una breve descripción de las entidades certificadoras acreditadas por ENAC en España, mencionando que, a pesar de que la certificación tiene la misma validez a nivel nacional, en la práctica existen preferencias por ciertas entidades, como AENOR, SGS ICS Ibérica, S.A, Bureau Veritas Certificación, DNV, Lloys y APPlus. La elección de la entidad depende de factores como la dimensión que se le quiere dar a la certificación, la reputación nacional o internacional de la entidad y las necesidades específicas de la universidad.

El documento explica que la certificación tiene una validez de 3 años y se debe renovar a través de auditorías de seguimiento anuales. Se detallan los requisitos que se revisan en cada auditoría: Control de Documentos, Responsabilidades de la Dirección, Medición, Análisis y Mejora, Gestión de los Recursos y Producción y Prestación del Servicio. En la auditoría de renovación se vuelve a evaluar todo lo auditado en la auditoría inicial. El documento destaca la importancia de una planificación adecuada y un enfoque proactivo en la gestión de calidad para obtener una certificación exitosa y asegurar la mejora continua de los procesos universitarios.