Frecuencia diaria de suplementación en bovinos: Efectos sobre el aprovechamiento digestivo y metabólico de la dieta

El documento aborda la problemática de la suplementación con granos de cereales en bovinos alimentados con pasturas. Se reconoce que esta práctica no siempre tiene los resultados esperados debido a efectos asociativos a nivel digestivo, principalmente por la disminución del pH ruminal y sus consecuencias negativas sobre la degradabilidad ruminal y la digestibilidad de la fibra. Sin embargo, se explora la posibilidad de minimizar estos efectos negativos mediante el manejo de la frecuencia diaria de suministro del concentrado, buscando optimizar el consumo y aprovechamiento digestivo de la dieta. Se destaca la importancia de encontrar estrategias que maximicen la eficiencia de utilización del suplemento y de la pastura, mejorando el desempeño productivo de los animales.

El estudio se basa en un experimento in vivo con 20 vaquillonas Hereford, divididas en cuatro grupos de tratamiento: un grupo control sin suplementación y tres grupos suplementados con grano de maíz al 1% del peso vivo, administrado una, dos u ocho veces al día. Se midieron variables como el consumo total y de pastura, la digestibilidad aparente, el balance de nitrógeno, el pH ruminal, las concentraciones de nitrógeno amoniacal y ácidos grasos volátiles, la tasa de ingestión y el comportamiento de los animales. Además, se realizaron dos experimentos in vitro para evaluar la actividad fermentativa del ecosistema ruminal mediante la producción de gas y la digestibilidad verdadera in vitro. Los datos fueron analizados mediante el PROC MIXED de SAS (2002).

Los resultados revelan que la suplementación con maíz al 1% del peso vivo incrementó el consumo de materia seca y materia orgánica total, sin afectar el consumo de pastura. Esto indica una respuesta aditiva en el consumo, es decir, los animales suplementados consumieron la totalidad del suplemento ofrecido sin disminuir el consumo de forraje. La frecuencia de suplementación no influyó significativamente en el consumo ni en la digestibilidad aparente in vivo de las distintas fracciones de la dieta. Si bien se observó una tendencia lineal decreciente de la digestibilidad de la fracción de fibra digestible con el aumento de la frecuencia de suministro del concentrado, no se detectaron diferencias significativas en el ambiente ruminal. Las concentraciones de nitrógeno amoniacal fueron relativamente bajas, pero sin afectar la actividad fermentativa del rumen. En general, la suplementación provocó ligeros cambios en el ambiente ruminal y el aprovechamiento digestivo-metabólico de la dieta.

Los resultados del estudio sugieren que la suplementación con maíz en baja proporción en vaquillonas alimentadas con pasturas maduras, aún con bajos niveles de proteína, puede generar un mayor consumo de materia seca y materia orgánica sin afectar negativamente la digestibilidad del forraje. La frecuencia de suplementación, en el rango estudiado, no tuvo un impacto significativo en el consumo, la digestibilidad o el ambiente ruminal. Sin embargo, se reconoce la necesidad de realizar estudios más exhaustivos para confirmar estos hallazgos y determinar si la frecuencia de suplementación podría ser una herramienta útil para optimizar el aprovechamiento digestivo y metabólico de la dieta en situaciones donde la pastura es de baja calidad o el contenido de proteína es limitado. Se destaca que la frecuencia de suplementación podría influir en el comportamiento de los animales, especialmente en el tiempo dedicado a la ingesta, lo que podría tener implicaciones en el manejo práctico.