PEI: Escuela Trastorno Lenguaje

La Escuela Especial de Lenguaje y Comunicación Cordillera se encuentra ubicada en el sector Parte Alta de Padre Hurtado, Coquimbo, en un barrio urbano de nivel socioeconómico medio-bajo. Atiende a niños y niñas desde los 3 años hasta los 5 años y 11 meses (cumplidos al 31 de marzo), distribuidos en los niveles de Medio Mayor y Segundo Nivel de Transición. La escuela cuenta con infraestructura que incluye 6 salas de clases, sala de entrevistas, sala de profesores, oficinas administrativas, patio, cocina, enfermería, bodegas y baños para alumnos y personal. También dispone de un aula de recursos, lo que indica un compromiso con la provisión de recursos educativos diversos para el desarrollo de sus estudiantes con necesidades educativas especiales. Se destaca que el entorno presenta carencias en áreas verdes y espacios culturales, aunque existen iniciativas municipales para mejorar esta situación, mostrando una conciencia de la importancia del contexto sociocultural en la educación de los niños.

El enfoque pedagógico de la escuela se basa en una visión constructivista, donde el aprendizaje es una experiencia integral y significativa, considerando la diversidad de los alumnos y sus ritmos de aprendizaje. El rol del docente es el de mediador en la construcción del conocimiento, promoviendo un ambiente agradable y enriquecedor. El proyecto educativo busca el desarrollo integral del niño, no solo la acumulación de datos, sino la formación en valores éticos, habilidades psicolingüísticas, y habilidades de aprendizaje. Se busca formar niños y niñas que aporten positivamente a la sociedad, potenciando al máximo sus habilidades lingüísticas, cognitivas y valoricas. Este enfoque integral se refleja en la inclusión de diversas actividades y proyectos educativos que buscan el desarrollo en diferentes áreas, integrando además el apoyo de distintos profesionales para un desarrollo holístico.

La escuela trabaja colaborativamente con diversos profesionales, incluyendo kinesiólogos, nutricionistas, psicólogos y odontólogos, integrando a las familias en este proceso para fomentar un desarrollo de vida saludable. Se realizan proyectos específicos orientados al cuidado del cuerpo y la salud, potenciando hábitos alimenticios correctos y la actividad física. Además, se implementan planes de gestión de convivencia escolar que promueven valores morales como la amistad, alegría, compañerismo y solidaridad, a través de actividades como la celebración anual del Día de la Convivencia Escolar. Se realizan charlas educativas para padres, como por ejemplo, "Estrategias de Fomento Lector", y talleres dictados por la fonoaudióloga del establecimiento (ej. sobre el uso del chupete y trastornos del lenguaje), lo que demuestra un claro compromiso con el trabajo conjunto entre la escuela y las familias para el óptimo desarrollo de los niños.

El Proyecto Educativo Institucional (PEI) de la Escuela de Lenguaje Cordillera se enfoca en el aprendizaje, desarrollo y perfeccionamiento permanente de docentes y alumnos. Se busca integrar elementos valóricos, cognitivos, físicos, afectivos, sociales, comunitarios, espirituales, tecnológicos y ecológicos en el proceso educativo. El accionar de la escuela se basa en los principios de la Reforma Educacional y las bases curriculares de la Educación Parvularia, así como en los decretos que rigen las escuelas especiales de lenguaje (Decreto 1300/2002 y Decreto 170/2009). Se busca lograr una institución líder en su comunidad, potenciando al máximo las habilidades lingüísticas, cognitivas y valoricas de los alumnos con Necesidades Educativas Transitorias del Lenguaje (NETL). La visión es fortalecer el desarrollo integral y la inclusión, preparando a los alumnos para el ingreso a la educación básica regular. Se observa un compromiso con el cumplimiento de normativas y un enfoque en la mejora continua.

La Escuela Cordillera se encuentra en un barrio urbano de Coquimbo con un nivel socioeconómico medio-bajo. La mayoría de las familias de los alumnos se sustentan con empleos esporádicos o subempleo, debido principalmente a los bajos niveles de escolaridad. Este factor influye directamente en sus condiciones de vida, provocando hacinamiento y familias que viven en calidad de allegadas. El acceso a empleos mejor remunerados es limitado, lo que afecta directamente la calidad de vida de estas familias y, por consecuencia, el apoyo que pueden brindar a sus hijos en su proceso educativo. Esta realidad socioeconómica contextualiza las necesidades particulares de la población estudiantil y las posibles barreras para el acceso a recursos y oportunidades.

Un aspecto importante a considerar es la composición familiar de los alumnos. Un alto porcentaje de niños y niñas se encuentran a cargo de un solo progenitor, recibiendo apoyo de la familia extendida (abuelos y tíos). Esta situación familiar, aunque común en el sector, puede impactar en el apoyo y seguimiento académico de los niños. La falta de un núcleo familiar completo puede generar desafíos adicionales que la escuela debe considerar al brindar apoyo, requiriendo de estrategias educativas y de apoyo familiar específicas para atender las necesidades derivadas de estas dinámicas familiares. La escuela reconoce la importancia de este contexto y busca brindar el soporte necesario a los alumnos y a sus familias.

En cuanto al acceso a servicios de salud, la mayoría de los niños y niñas son atendidos en el Centro de Salud Familiar (CESFAM) Santa Cecilia. La información no describe la calidad o disponibilidad de servicios, lo que requiere mayor análisis. Respecto al nivel sociocultural del sector, se menciona la escasez de espacios culturales y áreas verdes para la recreación familiar. Solo se mencionan pequeñas plazas con escasas áreas verdes, limitando el acceso a espacios recreativos y de enriquecimiento cultural. La mención de la iniciativa municipal "Junto al Barrio" sugiere un reconocimiento de estas carencias y un esfuerzo por mejorar la situación a nivel comunitario, lo que implica un contexto de desarrollo y cambio en el entorno.

El objetivo primordial de la gestión pedagógica de la Escuela Cordillera es entregar a los alumnos las competencias educativas necesarias para la superación del Trastorno Específico del Lenguaje (TEL) y su preparación para el ingreso a la educación regular. Se busca potenciar al máximo las habilidades lingüísticas, cognitivas y valóricas de cada estudiante. Esto implica un enfoque integral que considera la formación en valores éticos y el desarrollo de habilidades de aprendizaje, reconociendo la individualidad y diversidad de cada alumno. El proceso educativo busca un aprendizaje global e integral, no una mera acumulación de datos o conocimientos aislados, sino una comprensión profunda y la aplicación responsable de los contenidos. La metodología busca el desarrollo de la autonomía, creatividad e innovación, junto a habilidades como el discernimiento, la reflexión y la formación de juicio crítico, esenciales para enfrentar los desafíos de la realidad social.

La escuela trabaja en diferentes ámbitos de aprendizaje. Se incluyen actividades para conocer activamente el medio natural, desarrollando actitudes de respeto e interés por aprender sobre los seres vivos y su entorno. También se promueve la construcción de nociones matemáticas a través de situaciones que demanden el uso de conocimientos, fomentando la relación entre objetos, espacios y tiempos, la comparación y la clasificación. La escuela presenta variados proyectos educativos, incluyendo un proyecto de "desarrollo de vida saludable" con el apoyo de kinesiólogos, nutricionistas, psicólogos y odontólogos, involucrando a las familias en este proceso. Se busca potenciar la habilidad para llevar una vida sana, a través de la actividad física y una alimentación correcta. Otro enfoque es el plan de gestión de convivencia escolar, que promueve valores morales y desarrolla habilidades sociales, celebrando anualmente el Día de la Convivencia Escolar y realizando actividades como la obra "Dile no al Bullying".

La metodología se centra en el educando como protagonista de su propio aprendizaje, con el docente actuando como mediador en la construcción del conocimiento. Se respeta la diversidad de alumnos y sus ritmos de aprendizaje. Se busca que el aprendizaje contribuya al desarrollo integral de los niños y niñas. La escuela enfatiza la importancia de la participación activa de las familias en el proceso educativo. Se invita a las familias a participar en dramatizaciones de cuentos infantiles y a colaborar en la creación de un libro por curso, donde semanalmente los apoderados escriben cuentos, narraciones, poemas, rimas, adivinanzas, etc., que luego son compartidos y trabajados con los niños. Se busca que las familias sean partícipes activos del Proyecto Educativo Institucional, conociendo sus metas y objetivos, estableciendo una comunicación constante y entrega de herramientas para fortalecer habilidades en el hogar.

La Escuela Cordillera realiza una evaluación fonoaudiológica de ingreso a través de tests estandarizados (TEPROSIF-R, TECAL, SCREENING) y una Pauta de Habilidades Pragmáticas para determinar si el alumno presenta dificultades en su lenguaje. Estos tests son requeridos por el Ministerio de Educación y buscan evaluar aspectos expresivos, manejo de vocabulario y estructura de oraciones, además de habilidades sociales. Para obtener el alta fonoaudiológica, el alumno debe demostrar un desarrollo del lenguaje acorde a su edad, evaluado nuevamente con los mismos tests. Este proceso riguroso asegura una evaluación precisa de las necesidades individuales de cada estudiante, permitiendo la planificación de un apoyo eficaz y la posterior medición del progreso.

Además de la evaluación fonoaudiológica, se realiza una evaluación pedagógica de ingreso, utilizando indicadores de logros para evaluar las habilidades cognitivas necesarias para cada nivel. Este proceso diagnóstico busca identificar las fortalezas y debilidades de cada niño y niña, sin ser una medida de selección. Los indicadores utilizados son: Logrado, En Desarrollo y No Logrado. Semestralmente, se entrega a cada apoderado una libreta de evolución que detalla los avances obtenidos por el alumno en los distintos ámbitos de aprendizaje (comunicación, relación con el medio natural y cultural, lógico-matemáticas), incluyendo los avances en el tratamiento fonoaudiológico. Este seguimiento constante permite monitorear el progreso individual de cada estudiante y ajustar las estrategias pedagógicas según sea necesario, asegurando un apoyo personalizado y un adecuado seguimiento del proceso de aprendizaje.

El PEI de la Escuela Cordillera se evalúa periódicamente a través de procedimientos pertinentes y organizados como comunidad educativa. Se sistematiza la información y se realiza un seguimiento correspondiente para evaluar el avance del PEI. Este proceso de autoevaluación permite una mejora continua del proyecto, asegurando la calidad de la educación especial proporcionada y la adaptación a las necesidades cambiantes de los estudiantes y de su entorno. La evaluación del PEI asegura la pertinencia y eficacia de las estrategias implementadas, permitiendo realizar ajustes y mejoras para optimizar el proceso educativo y responder adecuadamente a los objetivos estratégicos planteados.

El Centro General de Padres y/o Apoderados es un organismo representativo de todas las familias, elegido democráticamente. Su función es liderar, fiscalizar, organizar, coordinar, administrar, gestionar, supervisar y evaluar las actividades realizadas en beneficio de los alumnos y el establecimiento. Actúa en apoyo al Proyecto Educativo, manteniendo una labor consultiva con la Dirección del Colegio y el consejo de profesores. Este centro juega un papel crucial en la comunicación y colaboración entre la escuela y la comunidad familiar, asegurando una participación activa de las familias en la toma de decisiones y en el desarrollo del proyecto educativo. Su perfil busca personas éticas, idóneas y respetadas, que promuevan la sana convivencia y el apoyo a la educación de sus hijos.

La escuela busca la participación activa de las familias en el desarrollo del hábito lector y en la creación de cuentos, narraciones, adivinanzas, rimas, y trabalenguas. Se propone la creación de un libro por curso, donde los apoderados escribirán semanalmente un cuento o texto similar, que luego será compartido con los niños, realizando actividades relacionadas. Se espera que las familias participen activamente en el Proyecto Educativo Institucional, conociendo sus metas y objetivos. Se les invita a participar en dramatizaciones de cuentos infantiles y a colaborar en diversas actividades. Se realizan talleres para padres dictados por la fonoaudióloga, abordando temas como el uso del chupete y trastornos del lenguaje, demostrando un compromiso con la educación integral del niño a través de la colaboración entre la escuela y el hogar.

La escuela enfatiza la importancia de la comunicación constante entre la escuela y las familias. En la primera reunión con cada apoderado se firma un compromiso educativo, destacando la importancia de la asistencia regular a clases. Ante inasistencias injustificadas, la dirección cita a los apoderados a una entrevista personal, ya que la asistencia es fundamental para el desarrollo integral del alumno. La escuela se compromete a mantener informados a los apoderados, considerando sus apreciaciones sobre el estado de salud de sus hijos y comunicando cualquier situación relevante, incluyendo accidentes, con procedimientos establecidos que incluyen la notificación inmediata a los padres y el acompañamiento al centro asistencial en caso de ser necesario. La escuela cuenta con una encargada de convivencia escolar que velará por el cumplimiento de protocolos y mantendrá informados a los apoderados.